«Escuchamos el motor de la una lancha y ahí nos volvió el alma al cuerpo», así con la voz entrecortada por la emoción, tras su rescate a cargo del personal de la Gobernación Marítima de Coquimbo, el tripulante Jorge García Tabilo, de la embarcación Tauro Mar 4, recordó el accidente que provocó que su nave zozobrara, en la madrugada de ayer , frente a la costa entre Lagunillas y La Herradura, situación que causó que cayeran al mar junto al patrón de la embarcación, Daniel Henríquez Prieto, 41 y su compañero de faenas José Tapia Correa, 26, quienes también fueron evacuados por los efectivos de la Armada.
Fue el mismo patrón quien tras el volcamiento de su nave llamó con un teléfono celular a las 4:58 al fono 137 solicitando auxilio a la autoridad marítima.
Una vez que fue recibida la llamada y a pesar que sufrió un corte abrupto, los encargados de comunicaciones y los efectivos de guardia de la Gobernación Marítima, lograron definir que la embarcación zozobrada dedicada a extraer jibia, era la Tauro Mar 4 que había salido sin permiso de zarpe, el jueves a las 19.00 desde el puerto pesquero artesanal de Coquimbo de avenida Costanera.
Seguidamente logró tomarse contacto con su armador, quien confirmó que el navío estaba en faenas a la altura de la bahía de La Herradura.
Es así que fue dispuesto un operativo de rebúsqueda en el área entre Punta Saliente y Guanaqueros, con la lancha LPM Arcángel y la Lancha de Servicio General, LSG Coquimbo, mientras que, en coordinación con la fiscalía, la empresa de telefonía celular entregó la coordenada desde la que fue hecha la llamada de auxilio.
Gracias a esta precisión y a la labor profesional de las tripulaciones de ambas naves de la Armada, a las 11:05, a 15 millas al weste Las Tacas, fueron ubicados los náufragos, quienes estaban aferrados a su lancha volcada la que afortunadamente quedó a flote.
Los tres rescatados abordaron la LSG Coquimbo, en que un enfermero naval les presto los primeros auxilio diagnosticándoseles erosiones en las extremidades e hipotermia.
A su llegada al puerto local, previo a ser derivados en ambulancia del SAMU al hospital San Pablo, Jorge García con emoción declaró, «fue un momento muy difícil, yo los acompañé porque faltaba uno y fui como no tenía trabajo. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza y cuando salimos el mar estaba bueno, pero después salió una brisa del norte y ahí comenzó a levantar la mar y nos entro el agua y ahí se fue hundiendo, estoy agradecido de la Armada, no venia nadie cuando mirábamos, pero al rato escuchamos el motor de una lancha y ahí nos volvió el alma al cuerpo cuando llego al armada».
Su compañero José, quien presentaba lesiones en sus pies, también agradeció a sus rescatistas recordando el difícil trance del que salió, «estábamos congelándonos, estuvimos como siete horas así, muy complicados, pero gracias a ellos nos salvamos».