Juan Manuel Fuenzalida, intendente: «Me gustaba mucho este cargo por la cercanía que hay con la gente»

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8Venía del mundo privado en donde se desempeñaba como abogado inmobiliario. Desde que asumió como seremi de Transportes, Juan Manuel Fuenzalida alcanzó visibilidad, y con su discurso político y manejo comunicacional, fue promovido a la Seremi de Desarrollo Social.

Un año más tarde, se convertiría en la máxima autoridad regional, sucediendo al renunciado Mario Burlé. Su labor sería dirigir el gobierno regional previo a las elecciones parlamentarias, aunque no se lograra el cometido salvo en el Distrito 7 para su partido, la UDI.

A pesar de todo lo vivido, Juan Manuel Fuenzalida –de 40 años- está tranquilo, pensando en volver al mundo privado. Este abogado de la Universidad Gabriela Mistral llegó a Coquimbo en el año 1982, lugar en que hasta el día de hoy vive (Pan de Azúcar). Se define hincha de la Universidad Católica, parrillero, y amante del vino.

¿Cómo evalúa el trabajo de la intendencia regional durante estos cuatro años?

«Yo creo que el gran cambio, que es un cambio de gestión, un cambio de focalización, donde nos preocupamos mucho de recuperar la calidad de vida que tiene que tener la región, la conurbación La Serena-Coquimbo, en el sentido de hacer de estas ciudades,  recuperar esa deuda que veníamos arrastrando desde hace mucho tiempo porque no había obras de infraestructura que permitieran soportar el crecimiento que ha tenido, especialmente La Serena, Coquimbo y Ovalle; y desde ese punto de vista desarrollamos todo un plan, de infraestructura, de conectividad, que permitiera mejorar esa calidad de vida, y son obras concretas que se trabajaron aceleradamente, de manera que sean obras que se van adaptando a los tiempos».

¿Qué nota coloca a conjunto de obras?

«Dada la forma en que se desarrolla el sistema nacional de inversión en el sector público, que sin duda es bastante más lento que el sector privado, menos de un seis no le pongo».

¿A pesar de los traspiés que hubo en importantes obras de conectividad?

«Como país logramos soportar una crisis internacional que afectó a Europa y Estados Unidos, pero sin afectar nuestra estructura. Por lo tanto, son contratiempos, son parte de casos fortuitos de una fuerza mayor que puede generarse en cualquier obra. Pero también fuimos bastante probos en cuanto a la ejecución de estas obras, en el sentido que nunca buscamos, aquí había contratos firmados, aquí había plazos establecidos. Si no cumplió, se le cobraron las boletas de garantía, no se hizo arreglos para pretender sobrevivir a una empresa que ya venía mal, etc., fuimos drásticos, aplicamos la ley de las competencias y, por lo tanto, si bien nos afectaron factores externos, logramos sacar adelante proyectos que son emblemáticos para la región»

¿Queda una lección en el sentido de analizar mucho mejor a las empresas?

«Son cosas que ocurren fortuitamente. La ley es la que establece la relación respecto del adjudicatario de un proyecto, tal vez uno preferiría una empresa antes que otra, pero la ley es la que establece este orden de relaciones, por lo tanto, hay que ajustarse  a las normas legales que hoy día están vigentes en Chile».

Sin embargo, otro problema importante es la sequía donde el Agro demanda recursos permanentes. ¿Cómo analiza el tratamiento de este conflicto?

«Es un tema que se viene arrastrando durante mucho tiempo, pero las cosas hay que decirlas en su contexto. Aquí hay dos variantes, una que es el factor humano, el consumo de agua para el ser humano, y otra cosa es el consumo para las actividades productivas, entre las cuales se encuentra la agricultura. Sobre el consumo humano, creo que se han hecho todos los esfuerzos para que todos y cada uno de los habitantes de la región tengan acceso a este bien, se invierten permanentemente fuertes sumas de dinero para llegar a los lugares más recónditos de la región, se entregan enseres para guardar el agua, captar agua, tener agua, para todos estos sectores que no tienen acceso a estos recursos, así como fue el perfeccionamiento de todos los sistemas de APR (Agua Potable Rural)».

¿Y en las actividades productivas?

«Desde el punto de vista agrícola, también tenemos que hacer un mea culpa, qué fue lo que hicimos para prepararnos para la sequía, no nos olvidemos que esta región cíclicamente ha tenido periodos de sequía de igual o mayor envergadura de la que tenemos hoy en día. Sin embargo, aquí no se vio la misma preparación que existía en otras épocas, donde tal vez el dueño del campo, el agricultor estaba preparado para aquello (…) y nos enfrentamos a una situación donde nos encontramos con canales en mal estado, embalses donde no existía una eficiencia como tendría que ser en una zona donde sabemos que existen estas situaciones».

¿Cómo lo enfrentaron?

«Cuando asumimos el gobierno pedimos lo que fue el Master Plan Hídrico, de manera de tener una guía, una orientación de lo que se necesitaba para la región. Sabíamos que el tema agua era un tema importante, y por otro lado, todo lo que fue el mejoramiento de los sistemas de riego. No nos olvidemos que en esta región vamos a llegar a los 500 kilómetros de geomembranas para mejorar esa situación que no se había hecho antes».

En ese caso ¿debiera convertirse en un política hacer nuevos canales con este revestimiento?

«Por supuesto, esas son tecnologías que están hace mucho tiempo y en las cuales no se había invertido. Lo que usualmente se ocupaba era un canal donde las filtraciones de agua eran constantes, donde la eficiencia del uso del agua –todos sabemos- era muy mala, donde se perdía el 40 ó 50% del agua, no había una regularidad en lo que era el encauzamiento de ríos, lo que también permite mejorar la eficiencia del recurso. Se trabajó en el tema del bombardeo de nubes haciendo un esfuerzo muy grande como gobierno regional».

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