Los esfuerzos por un turismo inclusivo

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17Hasta la Tierra de las Brujas llegó Sebastián Zúñiga, joven parapléjico protagonista de «Las aventuras de un loco en silla de ruedas», quien junto a la empresa de turismo Kawsay buscan obtener sillas especiales para personas con capacidades diferentes.
El 17 de febrero de 2016 era miércoles, y fue el miércoles más negro para Sebastián Zúñiga. Su hiperactividad y la adrenalina de sus 21 años lo había llevado a descubrir un nuevo deporte, aparte de su querido handball estaba entusiasmado con el Cross Country. Aquel día descendía del Cerro Mariposa en Temuco, cuando en la «Bajada del Diablo» una curva cerrada se mezcló con la gravedad y velocidad de su bicicleta.
«Me fui a negro y desperté en una clínica con un diagnóstico aterrador; paraplejia», cuenta Sebastián, hoy sentado en una silla de ruedas y frente a cientos de alumnos en el Colegio San Francisco de Asís de la comuna de Salamanca hasta donde llegó no solo a hablar de su accidente, sino a trasmitir su experiencia de cómo enfrentar la vida y seguir cumpliendo sueños.
Al poco tiempo de su accidente, su posterior rehabilitación y paso por la Teletón, Sebastián se propuso concretar uno de sus sueños, el de recorrer Chile. Así creó su página Facebook «Las aventuras de un loco en silla de ruedas», y se echó a la aventura, que por estos días lo trajo por cinco días a Salamanca.
Invitado por Víctor Salinas, director de la empresa de turismo Kawsay, Sebastian llegó acompañado de su hermano Javier, con el desafío de practicar trekking por los senderos del Valle de Chalinga, y confirmar in situ la necesidad de contar con sillas especiales para el senderismo y la cabalgata para personas con algún impedimento físico.
«La dificultad es que en este tipo de montaña en su mayoría son senderos cabreros y muy angostos, por lo que una silla de ruedas normal no pasa. Hoy junto a Víctor queremos obtener sillas outdoor para todo terreno y con la característica que tienen una sola rueda», cuenta Sebastián. Silla que se fabrica en Francia y tiene un costo de unos 8 mil dólares y que ya fue probada por un chileno en un ascenso a las Torres del Paine.
El otro desafío de estos amigos es adquirir una silla de montar, apta para las cabalgatas, silla que ya cotizaron en España con un valor de 1.600 euros. «Esta silla permite que personas parapléjicas y con lesiones medulares y neurológicas puedan montar y practicar sin mayores problemas este tipo de turismo aventura», acota Víctor. «De esta forma con Kawsay – primera empresa B en turismo aventura en Chile – apuntamos a un turismo inclusivo, por eso es tan importante que Sebastián nos haya acompañado porque es un referente para movilizar un cambio social y, a la vez, poder adquirir estas sillas», concluye este empresario turístico.

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