
El cierre de la ruta internacional ha limitado la llegada de turistas argentinos en plena temporada de vacaciones. Desde la corporación gremial advierten el impacto económico y llaman a retomar el proyecto que permitirá conectividad estable durante todo el año.
Las vacaciones de invierno comenzaron con un bajo movimiento turístico en la Región de Coquimbo, una situación que preocupa a los gremios del comercio y el turismo. Por su parte desde la Corporación para el Desarrollo y la Integración Paso Agua Negra (Corpan) atribuyen parte de esta baja al cierre anticipado del Paso Agua Negra, ruta que conecta la región con San Juan, Argentina.
La ruta internacional finalizó su temporada 2024–2025 el pasado 23 de mayo, producto de las condiciones climáticas adversas en la alta cordillera. Si bien históricamente este paso solo funciona durante el verano, los gremios apuntan a la necesidad de avanzar en una solución definitiva: la construcción del Túnel Agua Negra, que permitiría mantener la conectividad todo el año.
El presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de La Serena, Carlos Orrego, explicó que si bien el cierre en esta época es habitual, su impacto se hace sentir en la actividad económica. «El Paso Agua Negra nunca ha estado abierto en invierno, por lo tanto, su cierre no es algo fuera de lo común. Sin embargo, los turistas argentinos, por su situación económica, encuentran muy favorable el cambio y, si pudieran venir, lo harían».
Orrego añadió que es clave potenciar la oferta turística no solo para los sanjuaninos, sino también para otras provincias trasandinas como Mendoza. Además, advirtió que las condiciones climáticas en otros pasos, como Los Libertadores, complican aún más la conectividad, lo que hace urgente buscar alternativas viables y permanentes.
Desde Corpan, su presidente, Rodrigo Díaz, sostuvo que contar con un paso habilitado los 365 días del año potenciaría tanto el turismo como el comercio regional. «Sabemos que para los argentinos nuestra costa es atractiva, sobre todo en esta época donde ellos buscan escapar del frío. Si existiera el túnel, la actividad turística crecería enormemente».
Díaz recalcó que el túnel reduciría considerablemente los problemas asociados a las nevazones, ya que atravesaría la cordillera a menor altitud. «Las bocas del túnel estarían en torno a los 3.000 metros de altura, evitando llegar a los 4.750 metros, donde se producen los mayores problemas de nieve».
En tanto, el tesorero y director de Asuntos Internacionales de Corpan, Carlos Ruiz, remarcó que sin el túnel, el turismo en la región seguirá dependiendo de la estacionalidad. «No queda otra alternativa, sin túnel no hay posibilidad de tener el paso abierto permanentemente. Además, terminar la pavimentación de los tramos pendientes, tanto del lado chileno como argentino, permitiría mejorar la conectividad y abrir el paso también al transporte comercial como camiones de mediano tonelaje».
Ruiz recordó que la región de Coquimbo muestra un bajo desempeño económico a nivel nacional, lo que atribuye a la falta de infraestructura que permita sostener el crecimiento de forma permanente. «Se habla de la minería, que es importante, pero finita. En cambio, la integración binacional es un motor que no se acaba, como lo vemos en Europa o Asia, donde los países están conectados por túneles y puentes. Ahí está el desarrollo sostenible que tanto necesitamos», planteó.