
La Ley 21.675 está vigente desde 2024, pero su desconocimiento sigue provocando errores graves. Bryan Véliz, abogado de familia y director de Legalfam.cl explicó que sin gestión judicial necesaria la deuda continúa acumulándose, incluso durante décadas, pese a que el alimentario cumpla la edad límite.
Por: Valentina Echeverría O.
Pese a que la Ley 21.675 está vigente desde junio de 2024, su contenido sigue siendo desconocido para gran parte de la población. Uno de los errores más comunes, explicó el abogado de familia Bryan Véliz, director de Legalfam.cl, es creer que la pensión de alimentos finaliza sola cuando el hijo cumple la mayoría de edad, lo que en la práctica no ocurre.
El abogado aclaró que la obligación se mantiene vigente mientras no exista una resolución judicial que declare su cese, independiente de la edad del alimentario. «La ley no funciona por supuestos, sino por decisiones formales del tribunal», advirtió, recalcando que el paso del tiempo no detiene la generación de deuda.
Esta confusión ha llevado a que muchas personas enfrenten hoy procesos de cobro por pensiones acumuladas durante años, incluso cuando el hijo ya es un adulto independiente. Según Véliz, el sistema liquida todo lo adeudado si el cese nunca fue solicitado, lo que puede derivar en embargos, retención de impuestos y congelamiento de cuentas bancarias.
Edad, estudios y errores frecuentes
La normativa establece que la pensión puede solicitarse para cese a partir de los 21 años, pero este plazo se extiende hasta los 28 si el alimentario se encuentra estudiando. El abogado explica que mientras exista la condición formal de estudiante, la obligación se mantiene, incluso si el joven cambia reiteradamente de carrera o demora en completar sus estudios.
«Muchas personas creen que basta con que el hijo sea mayor de edad o trabaje ocasionalmente, pero si sigue estudiando, la pensión sigue vigente», señala Véliz. En estos casos, advierte, dejar de pagar sin autorización judicial solo agrava la situación.
Agregando que «la verdad es que la pensión puede mantenerse incluso durante toda la vida, especialmente si existe una incapacidad que impida al hijo o hija sustentarse por sí mismo. La obligación no se detiene por el paso del tiempo. Por eso la ley exige que el obligado solicite judicialmente el cese. Si no lo hace, la deuda sigue creciendo».
Cuando existen dificultades económicas reales, la alternativa no es suspender el pago, sino solicitar una rebaja. El especialista subraya que actuar a tiempo es clave, ya que cada mes que pasa sin una gestión judicial adecuada aumenta la deuda.
Asimismo, el abogado agregó que gran parte de estos problemas se originan en la falta de información clara y oportuna sobre los cambios legales, incluso cuando se trata de leyes ya vigentes. A su juicio, muchas personas siguen guiándose por normas antiguas o por consejos informales, sin saber que el sistema judicial continúa liquidando la pensión mientras no exista una resolución que declare su término. «La ley cambió, pero si la gente no lo sabe, el efecto es el mismo que no tener ley», advirtió.
Alivio legal para adultos mayores
Uno de los cambios más significativos de la Ley 21.675 es la protección a adultos mayores que pagan pensión en calidad de abuelos. Según explica Véliz, si su único ingreso corresponde a una pensión de vejez, invalidez o sobrevivencia, hoy pueden solicitar el cese y ya no pueden ser demandados por esta obligación.
El abogado destacó que se trata de un reconocimiento a una realidad histórica, donde muchos abuelos asumieron cargas familiares de buena fe, con ingresos mínimos. «La ley entendió que no es razonable seguir persiguiendo judicialmente a personas mayores que apenas pueden cubrir sus propias necesidades», sostuvo.
Entonces ¿qué hacer?
Ante esto, el abogado dio algunas claves necesarias para evitar equivocaciones: «Lo primero es mantenerse informado, porque las leyes han sufrido múltiples cambios y un error puede costar muy caro».
«También es fundamental pagar siempre en la cuenta destinada a pensión alimenticia, nunca por vías informales. Y en cuanto se cumplan los requisitos, solicitar el cese. No hacerlo a tiempo puede transformarse en una deuda impagable. El consejo central es simple: antes de tomar decisiones, obtener una orientación profesional clara para evitar consecuencias que después son muy difíciles de revertir».





























