Familia y amigos desesperados buscan a Freddy Miranda, quien desapareció sin dejar rastros el primero de abril en el sector de La Cantera, luego de salir en busca de algo para comer a una cuadra de donde se alojaba.
Por: Valentina Echeverría O.
En medio de la conmoción generada por la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo de Ana María Pizarro, familia y amigos de La Serena enfrentan momentos de desesperación tras la desaparición de Freddy Miranda, comerciante de 49 años, quien fue visto por última vez el pasado 30 de marzo cuando salió a comprar completos a una cuadra de donde se hospedaba y no regresó.
Oriundo de Santiago, Miranda llevaba viviendo temporalmente hace unos meses en capital regional, hospedándose en la casa de su mejor amigo, Ariel Aparicio, en el sector de La Antena, a la espera de una herencia que le había dejado su madre luego de fallecer, la cual se le entregaba en partes y aún no recibía por completo.
Durante su estadía, Aparicio le ofreció un trabajo de remodelación en una vivienda ubicada en La Cantera, en Coquimbo, propiedad de unos familiares que se habían separado y habían decidido arrendar. La casa estaba desocupada, y Freddy iba a quedarse allí mientras realizaba la pintura del inmueble.
La esposa de Ariel y amiga de Freddy, Carolina González, relató que «mi esposo lo fue a dejar con sus cosas unos dos días antes del 30 de marzo. Compraron la pintura y todo lo necesario para comenzar el trabajo».
También explica que, aunque Freddy no tenía teléfono ese día porque se le había echado a perder, Ariel se mantenía en contacto con él todo lo que podía a través del celular del exmarido de su prima, quien también se encontraba en la casa. «La última llamada que tuvieron fue el 30 de marzo, a las 7 de la tarde», detalló.
Un silencio inexplicable
Ariel, visiblemente afectado ante esta situación, expresó que nunca pensó que iba a vivir algo así, «de que se me extraviara alguien que fuera tan cercano. Es algo súper raro y muy triste. Tampoco quiero ir a buscarlo a las quebradas porque si voy es porque pienso que le pasó algo y yo creo que él está bien, tengo fe».
Cristian, hermano de Freddy, aseguró que «nunca, desde que yo tengo razón de vida, mi hermano ha sido de desaparecer, así como así», aclarando que el comerciante siempre avisaba dónde estaba y si salía siempre volvía a más tardar, al día siguiente.
«Llamé a Santiago para ver si estaba en la casa que nosotros tenemos y tampoco, nadie ha visto nada. Yo aquí no he podido seguir trabajando, porque salimos a buscarlo todos los días por los alrededores».
Cámaras de seguridad
Una prueba clave para descifrar el paradero de Freddy son las cámaras de seguridad de la zona que, según sus familiares y amigos, están apuntando justo hacia donde pudo haber desaparecido, «pero nosotros preguntamos a los vecinos y nos dijeron que tenía que ir carabineros a revisarlas, cosa que hasta el día de hoy aún no sucede», manifestó Ariel.
La denuncia formal fue hecha el 1 de abril en la subcomisaría de la Florida, y luego «partimos a preguntar por las cámaras, para entregar esas pruebas a carabineros, pero no nos dieron las grabaciones», explicó Cristian.
Mientras pasan los días, la incertidumbre y el temor crece entre los cercanos a Freddy. La falta de respuestas concretas y de avances visibles en la investigación los tiene sumidos en la desesperación. Por ahora, lo único claro es que un hombre desapareció sin dejar rastro después de salir a comprar algo para comer y sus seres queridos, simplemente, quieren saber qué pasó.