Con miedo a dar su nombre completo y mostrar su rostro, un grupo de ocho exfuncionarios de la Municipalidad de Coquimbo pertenecientes de la Delegación de Tierras Blancas, recientemente desvinculados, acusan una serie de presuntas irregularidades.
La mayoría de ellos adultos mayores, que prometen haber dedicado gran parte de su vida a trabajar en lo «público», como en la división de Parque y Jardines.
En ese contexto decidieron interponer una demanda por despido injustificado. Incluso algunos de los cuales decidieron ausentarse de la fotografía, por temor a posibles represalias, decían.
Una demanda colectiva que lleva como factor común el nombre Daniel Cortés, Coordinador de las Delegaciones Municipales. Los dardos contra uno que fue funcionario de confianza del actual alcalde, pues todos los litigantes acusan que habría tenido supuestamente «malos tratos hacia el personal y favoritismos hacia su círculo cercano»
Una trabajadora de iniciales N.C, laburó por más de 25 años en el municipio y que desde el año 2000 trabajó con código cuatro años.
«Desde ahí me pagaron los cuatro años y seguí adelante, pero esta vez fue con honorarios, con boletas (…) Estábamos a cargo de don Daniel Cortés y un día, nosotros salimos a trabajar en la mañana y nos quedamos en la tarde esperando a que nos llevara la camioneta a terreno. Nos hicieron esperar como dos horas y después empezaron a llamar a las personas y fueron a decirle que ya estábamos despedidos. Así de simple, sin ninguna explicación, nada».
Como si fuera poco el mismo día que los despidieron les habrían pagado el aumento de sueldo.
La trabajadora relata que con el aumento de sueldo y nuevos contratos, pidió tiempo para asesorarse y entender bien el contenido legal. «Le dije, don Daniel, yo no lo voy a firmar el contrato mientras yo no me haga asesorar por alguien que sepa. Me dijo, si usted no lo firma este mes no se le paga el sueldo, para mí fue una amenaza(…) «Él se ofendió prácticamente tratando a las personas que no tienen cuarto medio tirándolas para el lado», cuenta la denunciante.
Otro trabajador de iniciales R. R, esboza tener ocho años prestando servicios al municipio. Padre de tres hijos pequeños que de un día a otro se vio sin el trabajo que le daba el sustento para llevar el pan a la mesa de su familia.
Según cuenta estaba en conversaciones para un aumento de sueldo cuando le llegó el sobre azul. «Me quedaba haciendo trabajo sobre tiempo. Igual, sábado, trabajaré hasta las diez, doce de la noche. Tampoco nunca tuve fallas, nada».
«Nosotros ahora cuando nos despidieron firmamos el contrato el que era de enero a junio. Pero estuvimos desde enero hasta junio sin contrato. Y ahora las personas que están trabajando en este momento están sin contrato porque también tienen que esperar que les vuelvan a hacer el otro contrato».
Angustiado por el futuro de su familia y sin entender lo que había sucedido relata «me acerqué ese día a hablar con don Daniel, le expliqué y le pregunté por qué… se estaba haciendo el despido sin justificación. Fue un vacío. No nos dieron respuesta, Estamos en este rato pidiendo una audiencia con el alcalde y saber que él nos diga de su boca por qué».
Por otra parte M. G de 85 años de edad uno de los ex funcionarios de más longevos comenta «yo le hacía el empeño al trabajo» a pesar de aquellos enfermo en el último tiendo y aun estando con licencia fue desvinculado.
