Recibe dos tercios de los residuos que se generan en la región y ya no da abasto. Mientras el municipio de Coquimbo enfrenta las consecuencias, autoridades regionales proponen un cambio de modelo: dejar atrás los rellenos y avanzar hacia plantas de tratamiento integral.

Por Joaquín López Barraza

«El Panul ha tenido que estar en Coquimbo, donde todas las externalidades negativas han tenido que llevarlo a este territorio», advierte Bernardo Salinas, jefe regional de Subdere. «Sería bastante injusto que tenga que resolverlo solo un alcalde, cuando además recibe residuos sólidos de otras comunas».

Según cifras del gobierno, El Panul concentra el 67% de los residuos sólidos urbanos generados en la región. La situación ha puesto en cuestión la sostenibilidad del sistema actual y ha abierto el debate sobre la necesidad de asumir la conurbación La Serena-Coquimbo como una unidad metropolitana, con decisiones coordinadas y responsabilidades compartidas.

Desde Medio Ambiente también reconocen que el escenario es crítico. «Diría que estamos al borde de una situación bastante crítica si es que no actuamos de manera diligente y coordinada», advierte el seremi Leonardo Gros. Y agrega: «Es muy probable que en un corto plazo nos encontremos ante una crisis sanitaria a nivel regional».

Pero ya se está trabajando en una estrategia. A través de una mesa regional de residuos —que reúne al Gobierno Regional, Subdere, Salud, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente— se ha elaborado un plan maestro para sustituir el modelo actual. El concepto clave es pasar de los rellenos sanitarios a plantas de manejo y tratamiento integral.

«Hoy no hablamos solo de rellenos sanitarios. Hablamos de plantas de tratamiento que permitan separar, valorizar y reducir el volumen de residuos», explica Gros. El diseño contempla infraestructura distribuida en las tres provincias, con estaciones de transferencia, centros de reciclaje y depósitos finales bajo estándares ambientales.

La propuesta requiere inversión pública de mediano y largo plazo. Según las autoridades, ya se han iniciado conversaciones con municipios para que postulen iniciativas y empiece a implementarse por fases.

«Ya no es un tema que tenga que resolver una comuna. Hoy día entra a tallar el gobierno regional y también la delegación presidencial», insiste Salinas. Para él, este tipo de problemas debe abordarse desde una gobernanza metropolitana, donde las decisiones se tomen de forma colectiva y con respaldo financiero.

En paralelo, la Seremía de Medio Ambiente señala que la región ha dado algunos pasos hacia una lógica de economía circular: ya hay una planta que revaloriza neumáticos, otra que trata gases refrigerantes, y en la conurbación comenzó un plan piloto de recolección diferenciada de residuos domiciliarios.

Sin embargo, las brechas persisten. «Tenemos alrededor de 10 vertederos que no cumplen ninguna norma ambiental o sanitaria y están permanentemente generando sumarios», dice Gros. «Lo que hoy vemos como un problema, mañana puede ser fuente de nuevos negocios, nuevas oportunidades y de mejora de la condición ambiental de la región».

En el municipio de Coquimbo también reconocen que se trata de un desafío mayor. «La implementación de un sistema de gestión de residuos de alto estándar, alternativo al relleno sanitario de El Panul, es un tema región que traspasa las atribuciones del municipio», señaló el alcalde (s) David Díaz López.

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