Más de un mes ha transcurrido desde que tres menores de edad sufrieron un abuso sexual impropio sin contacto en el sector Serena Oriente. Las niñas siguen con repercusiones, mientras que el presunto culpable de 77 años sigue en libertad.
Valentina Echeverría O.
La tarde del viernes 25 de abril un adulto mayor que iba pasando en un vehículo rojo se detuvo frente a un grupo de niñas en Serena Oriente y las acosó sexualmente, masturbándose frente a ellas. El episodio no solo causó alarma en el barrio, sino que motivó a otras personas a revelar experiencias similares con el mismo sujeto. Sin embargo, a más de un mes del hecho, aún no hay detenidos.
La familia de las menores afectadas manifiesta una profunda frustración por la falta de avances en la investigación. El padre relata que han intentado mantener contacto con la fiscalía sin obtener respuestas claras.
«No hemos sabido nada. Hemos preguntado, enviado correos, pero no nos contestan. Estamos cansados de la inoperancia y de lo lento que es este proceso», asegura.
Si bien reconocen la importancia de respetar los tiempos judiciales, sienten que el sistema no responde con la urgencia que el caso amerita. «Entendemos que hay que seguir los conductos regulares, pero entregamos toda la información, incluso testimonios de otras víctimas, y aun así no hay resultados. Aunque suene feo, uno llega a pensar que este caballero tiene santos en la corte, porque nunca lo han podido atrapar».
La indignación aumenta al saber que el sujeto ha sido visto nuevamente en el sector.
«Lo hemos visto. Anda como si nada. Nosotros estamos atados de manos. Es como si la justicia no avanzara. Y ahora entendemos por qué tantas víctimas anteriores dejaron de luchar».
El impacto del abuso ha mermado en el entorno familiar. Según cuenta el padre, las niñas han reducido significativamente su vida social. «Ya no salen a jugar como antes. Tratamos de apoyarlas con ayuda de psicólogo, pero no están al 100%. Intentamos que se distraigan en casa para que no revivan el recuerdo, pero poco a poco salen acompañadas por nosotros. Pero esa libertad que tenían ya no está».
La desesperanza crece a medida que pasan los días sin avances concretos en la investigación. «Estamos decepcionados de la justicia. Queremos que este hombre pague por lo que hizo, que cumpla condena en la cárcel y que sirva de ejemplo para que otras personas entiendan que hay consecuencias», afirma el padre.
Con resignación y un toque de ironía, agrega: «Es irrisorio porque el tipo anda suelto y nuestras hijas encerradas. Eso es lo típico en Chile: los delincuentes libres y la gente con más rejas en las casas».
Finalmente, envía un mensaje directo a las autoridades: «Solo les pedimos que hagan su pega. Hablamos con la fiscal, fue amable, pero quedaron en puras buenas intenciones. Por eso creo que la gente ya no cree en la justicia, y con razón estamos como estamos».
María José Duarte, abogada penalista a cargo del caso, informó que actualmente se están realizando diligencias, tomando declaraciones y buscando testigos y cámaras, pero todavía no existe una orden de detención contra el presunto responsable.
En la reunión con fiscalía el 12 de mayo, informó la abogada que se instruyó a la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) realizar diligencias del caso.
«El delito se clasifica como un abuso sexual impropio o indirecto que se refiere a conductas que no implican un contacto directo, sino que incluyen situaciones de connotación sexual que se realizan en frente de menores de edad, lo que encuadra dentro de la figura establecida en el artículo 366 del código penal», señala Duarte.
Respecto a las diligencias realizadas, desde el Ministerio Público se informó que la Fiscalía Local de La Serena comunicó que en la causa ya se han reunido varias declaraciones de víctimas y testigos, cuyos contenidos no se informarán públicamente al tenor de la naturaleza de la investigación, también por tratarse de víctimas menores de edad.
A su vez, se dispuso la derivación hacia la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos, URAVIT de aquellas víctimas que lo han requerido y se solicitó una orden de aprehensión contra quien sería responsable de los hechos.
