A casi una década del incendio, el emblemático inmueble del casco histórico de La Serena será restaurado con una inversión de $4 mil millones.

Tras años de abandono, el Gobierno Regional comprometió el financiamiento para la recuperación de la Casa Piñera, declarada Monumento Histórico Nacional en 1981 y ubicada en pleno centro de La Serena. La inversión asciende a $4 mil millones y contempla una restauración integral del edificio siniestrado en 2015.
Según confirmó el gobernador regional, Cristóbal Juliá, el proceso se encuentra en su etapa final de tramitación. «Se está esperando el tema del circuito eléctrico, la aprobación para ya dar el paso, una vez teniendo eso —ya están con el RS y están los recursos destinados— se tiene que empezar a ejecutar la obra», señaló. La licitación debiera concretarse este año, para que los trabajos comiencen durante el próximo.
El proyecto —de responsabilidad de la Universidad de La Serena, propietaria del inmueble desde los años 70— busca reconstruir completamente el edificio, manteniendo su valor patrimonial y su vocación cultural.
«Va a volver a ser un espacio de cultura, donde podamos tomarnos un café, donde podamos leer un libro, donde seguramente artesanos locales o artistas locales puedan desarrollar ahí lo que ellos hacen», afirmó Juliá, quien sostuvo que el espacio debe mantenerse abierto al público y usarse como centro cultural.

La Casa Piñera se encuentra frente a la municipalidad, en una zona de alta circulación peatonal y turística. Por años fue sede de la Escuela Experimental de Música y albergó actividades culturales organizadas por la Universidad de Chile y, más tarde, por la ULS.
«Es querernos un poco, finalmente», comentó el gobernador al referirse al deterioro visible del inmueble. «No puede ser que tengamos una casa patrimonial quemada al frente de la municipalidad en una calle sumamente transitada. Es un lugar histórico donde yo creo que muchos estuvimos muchas veces ahí».
Respecto a los retrasos, reconoció que han existido trabas técnicas y falta de voluntad. «Yo creo que hubo falta de voluntad en su momento, siempre hay cosas que entrampan los proyectos», dijo.
Esta vez, asegura que el seguimiento será estricto: «Nosotros cumplimos un rol fiscalizador. No es que entregamos los recursos y nos desentendemos. Tenemos que aprobar cada etapa, incluso la licitación».
El proyecto contempla conservar las líneas arquitectónicas coloniales, adaptadas a estándares contemporáneos. «Seguramente va a contar con aire acondicionado y con otros aspectos que son propios del siglo XXI», adelantó.

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