
Ahora será la familia y amigos quienes continuarán haciéndolo diariamente. Sin embargo, desde la Capitanía de Puerto aclararon que los apoyarán cuando tenga que pasar por las caletas haciendo sus rondas preventivas…
Eduardo Lobos Trigo era intensamente buscado desde el jueves de la semana pasada por familiares, amigos pescadores, la policía marítima y funcionarios municipales de Canela y Los Vilos.
Búsqueda que llegó a su término, al menos de manera oficial, este jueves y siete días después de haber volcado su embarcación junto a otros dos pescadores, como lo establece el protocolo.
Sin embargo, «como capitán de puerto autoricé que la familia siguiera yendo al sector con el permiso correspondiente de los dueños de los recintos privados…», cuenta el capitán de puerto de Los Vilos Felipe Castillo.
Reconoce que suspendieron el rastreo «y no tuvimos resultados positivos de todos los esfuerzos y a medida que se iba echando a perder el tiempo, empezamos a suspender las actividades subacuáticas y las de navegación».
Un viento muy fuerte
Eduardo es querido en el sector y como viene de familia de pescadores artesanales, su familia conoce los protocolos, así que desde este viernes serán principalmente ellos quienes irán dando vueltas por el sector, «aunque nosotros también los vamos a apoyar cuando tengamos que pasar por las caletas haciendo nuestras rondas preventivas para ver si tenemos algún hallazgo positivo», agrega.
Tres fueron los pescadores que sufrieron el accidente en el sector de Huentelauquén, en la comuna de Canela, de los cuales dos pudieron nadar y llegar a tierra. Todos de Los Vilos, de Caleta Las Conchas.
Aunque existe pesar porque los resultados no han sido los esperados, esgrime Castillo que el gran aporte en la pesquisa fueron los voluntarios, «especialmente de las caletas de pescadores, aunque ya el último día éramos como 30 personas en el área, lugar donde hicimos el último barrido. Pero se desató un viento muy fuerte del norte, 30 nubes de velocidad, por lo que tuvimos que evacuar el sector».
Detalla que, por el tema de la rompiente en el borde costero, de este aviso marejada vigente, «posiblemente puedan llegar restos o la misma persona ser encontrada varada en la playa. Por eso estamos manteniendo esas patrullas, pero ya fuera del contexto del plan de búsqueda y rescate marítimo».
Y si bien se le explicó a la familia «nos quedamos con ese compromiso de volver a dar rondas». Incluso, una vez que pase el frente climático, se solicitó la presencia de un avión para que pueda realizar un barrido por el sector, «independiente que nosotros podamos ir por las playas buscando con nuestra cuatrimoto».
No son del rubro
En lo personal, Castillo queda con una sensación de amargura, toda vez que su misión es «salvaguardar la vida en el mar».
Para eso dicen tener toda una materia en cuanto a la prevención, siempre educando a los pescadores con el uso del chaleco salvavidas durante las navegaciones, que las embarcaciones salgan con todos sus elementos de seguridad y que tengan como avisar…
¿Se respetan esas cosas? «Muy poco, porque depende de la educación y de la cultura que tengan las personas. Últimamente, con este aumento de la pesca y de la venta de la jibia, existe mucha gente que no es del rubro pesquero que ha estado incursionando en esta área. Entonces nos hemos encontrado con muchos pescadores que efectivamente recién sacaron su matrícula, pero no tienen la cultura marítima de navegar con seguridad, respetando la meteorología, conociendo los sectores donde navega».
Como ejemplo, de los últimos tres accidentes el factor común «es que la gente no conoce el área de navegación, puesto que son nuevos pescadores que vienen de otras caletas siguiendo el recurso jibia, que es una especie migratoria en el Océano Pacífico. ¿Sabe? Siempre estamos incentivando el uso de las medidas de seguridad como el chaleco salvavidas y todos los elementos que deben ir en las embarcaciones, los que están debidamente inscritos y aprobados por la Autoridad Marítima».