Región de Coquimbo fue la que menos aportó en Chile para la campaña de Techo

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12Techo está presente en 19 países y del total de las regiones del país, esta fue la que respondió peor y escasamente superó la mitad de lo que la institución esperaba reunir. Muy lejos de regiones como Tarapacá, que llegó al 167% de su meta, logrando una cifra de más de seis millones de pesos.
La institución hoy construye un tipo de vivienda progresiva, para erradicar a las personas de los campamentos, que tienen un costo real que supera los tres millones de pesos. Para los beneficiarios normalmente se les cobra el 10%, pero dadas las condiciones vividas en la región acá solo se cobra $15 mil.
El sacerdote jesuita Juan Cristóbal Beytia, capellán de Techo, llegó a la Región de Coquimbo para conocer la realidad del trabajo que se está desarrollando en la zona.

¿Cuál es la visión que usted tiene respecto de las personas que viven en campamentos?

En general, nadie quiere irse a vivir a un campamento. Nosotros hemos estudiado este fenómeno que es bien dinámico, porque cuando sale una familia de un campamento aparece otra nueva o bien cuando se erradica un campamento, aparece otro en otro lugar. Esto responde a que hay familias que viven en una situación de vulnerabilidad, ya sea porque tienen trabajos precarios, porque tienen baja educación o porque tienen poco capital social, es decir pocas redes o vínculos de contacto. Hasta que pasa algo que los empuja a vivir en campamentos, como perder el trabajo, un aumento en el precio del arriendo o después de un conflicto grave, en el caso de algunas familias que viven de allegados.

¿Qué pasa con la construcción de viviendas sociales, que aparecían como la gran solución a los campamentos?

El ritmo de construcción de viviendas sociales ha disminuido mucho, está muy caro construir, entonces con el monto de los subsidios cuesta que alcance para construir un conjunto de viviendas sociales, que aunque entiendo que lo reajustaron el año pasado, oscila entre las 950 unidades de fomento, con algunas variaciones respecto de la ubicación del terreno.

¿Cuál es el diagnóstico que ustedes tienen respecto de la Región de Coquimbo?

Es muy similar a lo que pasa en la generalidad del país. Cuando hay una mayor dimensión de la pobreza la gente tiende a irse más al campamento. En la región de Coquimbo hay 23 campamentos que tenemos identificados. De ellos, hoy día nosotros estamos trabajando con cuatro. Yo creo que aquí la gente dejó de ver los campamentos, se han vuelto invisibles y eso es algo que me parece grave a nivel social.

¿Cuál fue el resultado final de la colecta de este fin de semana?

Sólo se alcanzó el 52,9%, de lo que esperábamos, que se basa en datos de colectas anteriores y en un cálculo que tiene que ver con los voluntarios. Respecto de los voluntarios tenemos altas expectativas en la región. Desde el 11 al 18 de junio, vamos a construir viviendas progresivas con secundarios, mayores de 15 años.

¿El que no cumplamos la meta, significa que se limitarán los proyectos de Techo en la Región?

Afortunadamente el Techo no funciona individualmente, nosotros funcionamos como país, Hay regiones a las que le fue mejor y nosotros tratamos solidariamente de hacerlo. Vamos moviendo los dineros de una ciudad a otra y vamos buscando dónde está la mayor necesidad. Esto no significa que no vamos a seguir trabajando acá o que trabajemos menos. Afortunadamente la solidaridad existe al interior del Techo.

¿Porqué cree que no cumplimos la meta en la Región?

Yo tengo una cierta decepción con los jóvenes de la región, porque falta harta motivación, hay muchos que se inscriben para participar, pero al final asisten pocos. Nos pasó eso con la campaña de voluntarios de inicio de año, donde se inscribieron muchos para trabajar en los campamentos, pero los que concretaron su participación fueron muy poquitos. Lo mismo nos pasó con esta colecta, donde hubo mucho ruido y pocas nueces. Yo espero que sea algo circunstancial, porque son los jóvenes que son el motor del Techo.

¿Será que no saben lo que está pasando?

Hay tanta necesidad en esta región, nosotros llegamos a cuatro campamentos de un total de 23, pero parece que los jóvenes de la región podrían ponerse mucho más.

¿Será que estamos preocupados de otros temas?

Estamos preocupados de las demandas de la clase media, como la gratuidad universitaria, lo que nos parece muy bien. Lo que no nos parece bien es que sea a costa de un olvido de los que quedaron más rezagados. En los campamentos más del 60% de los adultos, no han terminado la educación media. Entonces me pregunto, cómo avanzar sin olvidar a los que están más rezagados.

¿Cómo se pueden motivar más entonces?

Yo miraría más a los colegios, las universidades donde normalmente pertenecen nuestros voluntarios.
Me parece que los colegios deberían llevar a sus alumnos a conocer la realidad de su región. Pero la realidad verdadera, más cruda. Creo que las universidades deberían hacer eso también. Acercar a sus jóvenes para que puedan ponerse al servicio del país y no simplemente ser profesionales que se dediquen a ganar plata.

¿Qué se puede hacer para ayudar a revertir esta falta de colaboración que tuvimos en la reciente colecta?

Siempre se puede, en la página web uno se puede hacer socio del Techo y al hacerse socio y le diría a las personas que no sólo se hagan socios, sino que se acerquen a la oficina del Techo, para hacerse parte de las actividades que nosotros estamos desarrollando en los campamentos. Pero también está la oportunidad para que a través del Techo puedan acercarse a conocer esta realidad, más directamente y hagan contacto visual con lo que está pasando.

1 COMENTARIO

  1. Que buena noticia ! porfavor no se dejen engañar por esta empresa de gestion inmobiliaria. Vivo en un campamento, por voluntad propia, por desobediente, nos tomamos terrenos con mis vecinos para salir del yugo del endeudamiento y construir nuestras casas y vivir con dignidad. TECHO llegó a «trabajar» con nosotros, y en realidad, las herramientas que ellos manejan soy muy carentes, en primer lugar llegan a la población a darselas de salvadores, creyendo que somos gente ignorante, han intentado (aunque no han podido) dirigir nuestros procesos de desición, han aplicado un par de encuestas, y presentado sus proyectos, uno es un taller para los niños, muy pobre, con muy poca preparación y materiales, otoros son fondos concursables de $100.000, y pare de contar; es cierto, toda ayuda es bienvenida, pero no pueden hacer comerciales para la TV, diciendo que ayudan con viviendas de emergencia cuando eso no es efectivo, no han puesto ni siquiera una calamina, no saben ni agarrar un martillo, ni tienen voluntarios, menos aun hacer colectas, esto es un engaño!

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