Para el académico Manuel Escobar, la dimisión de Mario Marcel desconcierta por su peso en la conducción económica, en contraste con la salida de Esteban Valenzuela, que responde al quiebre político con su partido y a problemas de gestión previos.

Por: Valentina Echeverría O.

En menos de dos días, el gabinete del presidente Gabriel Boric enfrentó dos bajas. Por un lado, la renuncia del ministro de Hacienda, Mario Marcel, y por otro, la remoción de cargo del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela. Ambas dimisiones ocurren a siete meses de que termine el actual mandato, lo que ha generado lecturas sobre el estado de la coalición oficialista en esta recta final.
Para el sociólogo, Manuel Escobar, académico de la Universidad Católica del Norte, la salida de Valenzuela responde principalmente a un quiebre político. «Es muy raro, porque tiene que ver con la decisión del centro regionalista verde de salirse del pacto electoral. El ahora ex ministro era el único de ese sector y su partida refleja que pesó más la militancia que su desempeño».
«De todas formas, tampoco era un ministro muy destacado, tuvo problemas de gestión importantes, tal como lo hemos visto acá en la región de Coquimbo, con la acción que se ha tenido en torno a la mosca de la fruta».
En contraste, Escobar sostiene que la renuncia de Marcel resulta mucho más desconcertante. «El le dio cierta garantía al gobierno en el manejo de las cuentas fiscales y supo navegar durante años las tensiones internas. Que se vaya a sólo meses del final y por motivos personales genera ruido, da la impresión que es por un desgaste político».
Además, se refirió a las especulaciones que apuntan a una eventual incorporación de Marcel al comando de la precandidata presidencial, Jeannette Jara. A su juicio, aquello es poco probable. «Lo dudo. Si hubiese sido así, lo habría anunciado de inmediato yo creo. Considerando que los principales problemas de su campaña política son precisamente conformar un equipo económico que dé garantías y Marcel habría sido una carta evidente».
Consultado sobre su reemplazo – Nicolás Grau asumiendo Hacienda y Álvaro García en Economía —, el académico fue crítico al asegurar que «el ministro Grau lo considero bastante incompetente. Y esto refleja total improvisación, algo recurrente en este gobierno. No tener cuadros técnicos disponibles de inmediato es un problema que se ha repetido en cada cambio de gabinete».
En su balance, el sociólogo comentó que estos cambios transmiten un mensaje de debilitamiento en la última etapa. «Más allá de las razones formales, puede quedar la sensación de que varios ya están abandonando el barco antes de tiempo».

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