El persecutor regional abordó su papel en causas de alto impacto como ProCultura, Sierra Bella y Chinamar. Reconoció que no sabía del parto de la diputada Cariola durante el allanamiento, defendió el procedimiento y destacó los resultados de su administración en la región.

Por Joaquín López Barraza

El fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, participó en el programa Mira Quién Habla de Radio Guayacán, donde abordó los casos de mayor connotación pública que ha dirigido y entregó un balance de su gestión. En un tono contenido, el persecutor evitó pronunciarse sobre temas polémicos, como el denominado Papayagate, y reconoció que no sabía que la diputada Karol Cariola estaba a punto de dar a luz cuando ordenó el allanamiento a su domicilio.

Aunque Cooper lleva más de dos décadas en el Ministerio Público y encabeza la fiscalía regional desde febrero de 2024, rara vez concede entrevistas. En esta ocasión, justificó su bajo perfil mediático señalando que ha preferido «evitar los contactos con la prensa», pese a las múltiples solicitudes que recibe. «Si hubiera querido hacerme famoso, podría haber salido todos los días en los medios nacionales», afirmó.

Durante la conversación, el fiscal defendió la legalidad del procedimiento en la casa de la diputada Cariola, realizado apenas un día después de su parto. «No sabíamos, ni nosotros ni la policía», aseguró. Consultado por la posibilidad de detener la diligencia, respondió que «no se podía, una vez estaba en curso». Dijo que el operativo se desarrolló «de forma profesional, sin presencia de uniformados ni contacto con la parlamentaria», y destacó que la Corte Suprema finalmente desestimó la solicitud de remoción que presentaron diputados oficialistas en su contra.

Sobre su rol en las investigaciones de alto impacto —ProCultura, Sierra Bella, Convenios y Chinamar—, Cooper insistió en que no las pidió. «Me las designaron. Son causas que venían desde Santiago y la Fiscalía Nacional decidió mantenerlas bajo mi dirección», explicó.

Consultado por los resultados en materia regional, destacó un 80% de esclarecimiento de homicidios y un aumento del 13% en condenas durante el último año. «El Ministerio Público debe dar respuestas a la ciudadanía. Ese es nuestro trabajo, sin buscar aplausos», señaló.
Sin embargo, cuando los conductores lo invitaron a comentar el caso Papayagate, actualmente radicado en Valparaíso, Cooper optó por el silencio. Solo dijo que le «encantan las papayas» y dio por cerrado el tema, en una respuesta que no pasó inadvertida.

Más allá de las cifras y balances, la entrevista dejó ver el perfil de un fiscal que prefiere el control al protagonismo. Serio, prudente y esquivo en sus declaraciones, Cooper evitó extenderse en detalles sobre las causas más sensibles que ha dirigido. «Yo hago mi trabajo —dijo—, con objetividad, caiga quien caiga».

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