
Tanto INDAP como la Comisión Nacional de Riego han fortalecidos sus cálculos en los últimos años. Afirma el seremi de la cartera Christian Álvarez que se partió con una estimación del orden de 11.000 millones en 2022 y hoy están cerrando con un monto cercano a los 17.500 millones de pesos.
Por René Martínez Rojas
Para la agricultura, pese que ha sido un año complejo por culpa de la sequía y la mosca de la fruta, en materia de inversión, en lo que se refiere a riego, la Comisión Nacional de Riego y el INDAP, han fortalecido sus presupuestos durante los últimos años.
Porque en cantidad se partió con un presupuesto que andaba del orden de 11.000 millones en 2022, y hoy, aclara el seremi de Agricultura Christian Álvarez, «estamos cerrando con un presupuesto de la Comisión Nacional de Riego cercano a los 17.500 millones de pesos y en el caso del INDAP, de dos mil millones, lo que se complementa al trabajo que estamos desarrollando con el Gobierno Regional».
Porque aparte de tener volúmenes grandes de inversión, señala que han tenido una focalización en los agricultores o los grupos objetivos que normalmente quedan postergados justamente por variables de concurso o porque no existían instrumentos para ellos.
Tres énfasis
De igual manera destaca que han entregando algunos énfasis en estas inversiones, tres en particular.
Primero, que a través de la modificación de la ley de riego que se inició a partir del año 2022-2023 en el Congreso, «pudimos llegar a focalizar en grupos objetivos que no estaban siendo bien atendidos. Hago referencia hacia las mujeres, aunque ya se han generado instancias de concursos especiales…».
Segundo, que han optado a lo que es el riego extrapredial, «particularmente a pequeños canales que normalmente competían en condiciones de desigualdad respecto a canales de mayor envergadura. Además, hemos desarrollado criterios técnicos solamente en esta región, los cuales permiten que esos canales de bajo caudal puedan aumentar esa cobertura. Ejemplo, es que el año pasado Monte Patria por primera vez en la historia, logró obtener recursos por alrededor de 5.000 millones de pesos en el presupuesto 2024».
Y el tercer énfasis hace referencia al enfoque de apoyo a las cooperativas, un mandato de carácter presidencial, en torno a apoyar a estas instituciones que hacen justicia social y desarrollan actividad productiva en la pequeña agricultura.
«Hemos trabajado de la mano con la cooperativa Control pisquero, también con cooperativa Capel y otras tantas que existen en nuestra región, que son alrededor de 100, y esa instancia ha permitido que pequeños y medianos agricultores pertenecientes a esta cooperativa, hayan podido optar a riesgo tecnificado».
Embalses
En términos de precipitaciones, de porcentajes de agua en los embalses, se llegó a conclusión técnica, en base a un antecedente entregado principalmente por el Laboratorio PROMMRA y el INIA, de que era necesario prorrogar el decreto de emergencia agrícola.
Esto, luego de un comité de emergencia en septiembre donde evaluaron la decisión junto a los servicios del Estado: INIA, INDAP y la Comisión Nacional de Riego, además de la participación de los privados como el Laboratorio PROMMRA y el CEAZA, la Sociedad Agrícola del Norte, Frutos de Chile, y una representación importante del Gobierno Regional.
De esta manera «pudimos prorrogar este decreto a partir del 1 de octubre hasta el 31 de marzo de 2026, lo que nos permite dejar abierta la puerta en términos de que si fuesen necesarios recursos de emergencia que no son propios de los presupuestos regulares del ministerio de Agricultura, poder acceder a estos instrumentos en caso que sean necesarios».
Por otra parte, sostuvo que, gracias a las precipitaciones caídas durante el año, sí hay forraje en las tres provincias «y eso es importante, porque a diferencia del año pasado, que también fue un año malo, esta temporada llovió de forma mejor redistribuida en toda la región. Y, por lo tanto, hay disponibilidad de forraje».
Respecto de los embalses, la capacidad instalada anda del orden del 22%, aunque sostiene que es muy distinta la situación si se analiza por provincia.
«El Choapa tiene una condición bastante mejor, pues el embalse Corrales está en el 100% junto con El Bato. A diferencia de esta situación, La Paloma está en el 11% producto de los deshielos y de la nieve que cayó durante el invierno»
En el caso del Puclaro, «el embalse está llegando al 22% y nos da cierta tranquilidad, en términos de que la temporada de riego no se verá perturbada por la demanda de consumo humano a lo menos hasta el mes de marzo. Situación similar esperamos para el caso del Limarí, aunque con un poquito más de restricción, porque la situación podría ser más compleja de lo que tenemos».