
Delantero panameño vivió el mejor día de su vida al proclamarse campeón con Coquimbo Unido y de pasadita habló con la prensa, ya que no había querido hacerlo «porque me quise enfocar en lo mío», dijo.
Por René Martínez Rojas
Llegó a comienzo de temporada y sin ese plus de gran figura. Pero lo cierto es que con el correr de las fechas, el delantero panameño Cecilio Waterman se transformó no solo en estrella del equipo campeón, sino también en el goleador.
Y por eso ayer el festejo fue bien merecido «y con una alegría inmensa. Me acuerdo que en la primera fecha había muchas críticas, especialmente porque no hacía goles y bueno, era normal», recordó.
Precisamente por eso que no hablaba con los medios de comunicación, reconoció ayer, «porque me quise enfocar en lo mío y muchas personas me escribían para darles una entrevista, así que hoy les pido disculpas. Es que quería enfocarme en lo mío y la verdad que estaba esperando este momento para hablar…».
Y vaya que tuvo razón, pues también le fue bien jugando con su selección, marcando goles en momentos claves.
«Trabajé fuerte, humildemente, y se dio el fruto dentro de la cancha y gracias a mis compañeros y el cuerpo técnico, que también me bancó en el momento cuando me tenía que bancar», aseveró.
Respecto del trabajo del técnico Esteban González, aclaró que «es un entrenador simple, no es mucho de hablar, puesto que te entrega los conceptos claros y dentro de la cancha te da la confianza, que es lo primordial. Prioriza el grupo, hemos tirado para el mismo lado y eso ha resultado clave».
De igual manera le entregó agradecimientos a Miguel Pinto, al cuerpo técnico, «pero también a la gente de la cocina, así que estamos muy agradecidos de todos».
Agradecido de la vida
Desde que llegó al país ha vivido momentos de dulce y agraz, incluso con un descenso con la Universidad de Concepción y un casi campeonato con Cobresal.
«Es una cosa de locos, porque con Cobresal nos merecíamos ese título, pero también es una falta de respeto a Huachipato, que a la postre fue el campeón y también se lo merecía. Antes me tocó descender con la Universidad de Concepción y ayer (sábado) logró es ascenso y bueno, ahora me toca ser campeón del fútbol chileno y muy feliz con la gente, que me ha tratado siempre de buena manera».
El año pasado estuvo en Perú, en Alianza de Lima, y cuenta que no lo pasó muy bien, «ya que me lesioné, la pasé mal y mira ahora cómo es la vida. Coquimbo Unido me recibió y ahora soy campeón del fútbol chileno. Agradecerle también a Rodrigo Holgado, que si no fuera por él yo no estaría acá, ya que llamó para que viniera, así que muy contento. Uno tiene que estar agradecido de la vida».






























