El reciente mejoramiento del Paseo Aldunate en el centro de Coquimbo, uno de los proyectos emblemáticos impulsados por la administración del alcalde Ali Manouchehri. Ha generado preocupación entre residentes del sector. Quienes denuncian que los nuevos asientos están siendo utilizado de manera indebida, principalmente como espacio de pernoctación por personas en situación de calle.

Javiera Escudero

Richard Espinosa, presidente de la Junta de Vecinos Centro Oriente, señaló que estos módulos fueron instalados «como lugares de descanso momentáneo para transeúntes o quienes realizan compras, pero no para ser utilizados como cama o dormitorio». Afirmó que su uso actual contradice el objetivo de revitalizar el centro, esfuerzo que a juicio de la comunidad se ve afectado por acumulación de basura, carros durante la noche.
«Esto nos genera una situación bastante incómoda. Por mucho que se busque dar un avance al sector, con este tipo de incidentes no se apoya a nadie. No queremos que siga creciendo el estigma de que el centro es sucio o inseguro», expresó Espinosa, quien llamó al municipio, Carabineros y a los departamentos sociales a tomar medidas en el corto o mediano plazo.
Escenario que ya se había vivido anteriormente con inmobiliario municipal ubicado en Avenida Matta con Juan Antonio Ríos, en donde el municipio acabó retirando la banca en cuestión por diversos problemas de incivilidad y robos a vivienda colateral al sector de descaso.

Desde la Municipalidad de Coquimbo, el director de Seguridad, Juan Diego García, destacó que el Paseo Aldunate es parte del proceso de recuperación del centro, que incluyó el despeje del comercio irregular y una inversión municipal orientada a mejorar la convivencia urbana y convertir el espacio en un lugar «más amigable y familiar».
García informó que se han reforzado las rondas preventivas mixtas entre inspectores municipales y Carabineros, además de la instalación de 105 nuevas cámaras de televigilancia en puntos estratégicos. En poco más de un mes, estas han permitido registrar evidencia para detener a distintos antisociales.
Respecto al uso del mobiliario como refugio nocturno, el director aclaró que existen limitaciones legales y operativas «o podemos obligar a estas personas a trasladarse al Albergue Municipal, ya que muchas veces presentan problemas de adicciones y en nuestras dependencias no se permite el consumo de alcohol ni drogas. Tampoco podemos detenerlos si no están cometiendo delitos». Añadió que el abordaje de estas situaciones se realiza coordinadamente con el Ministerio de Desarrollo Social, organismo responsable de programas especializados para personas en situación de calle.

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