Comenzando el otoño: Embalses de la región cuentan con un 15% de reservas de agua

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La región de Coquimbo se encuentra en este momento con un 15% de la capacidad total embalsada, y debido a las capacidades y diferencias en las cuencas, las reservas se comportan muy diferente en las 3 provincias. Cogotí es el más crítico con un 0%, en Limarí. Proyecciones de cara al otoño e invierno no son muy alentadoras, indicando que sería un año seco.

Los efectos de la sequía siguen impactando en la región de Coquimbo, de cara al otoño los embalses siguen mostrando cifras preocupantes. Es así que la cantidad de agua contenida está entre el 0% y el 55%.

En cifras, La Laguna tiene 20,9 millones de metros cúbicos, que equivalen a un 55% de su capacidad, mientras que el Puclaro tiene contenidas 58,3 millones de litros cúbicos, que representa un 28% del total.

En Limarí, el embalse Recoleta (14,7 millones de litros) tiene un 17%, La Paloma, el más grande de la región, tiene actualmente 97,5 millones de litros, que equivale un 13%, y Cogotí, a 19 km al norte de Combarbalá, tiene cero litros embalsados.

En Choapa la situación es más crítica, con un 20% en el embalse Culimo, Corrales con un 3% y El Bato con un 4%. Así, el promedio regional llega al 15%.

Escenario que para Cristóbal Juliá, director regional de la Dirección General de Aguas, no deja de ser preocupante, «son datos históricamente bajos, sobre todo en la Paloma, que es el embalse más emblemático de nuestra región, recordar que tiene una capacidad de 750 millones de metros cúbicos y en este momento solamente está albergando 97,5 millones, que equivale al 13%, lo cual es súper bajo».

Puntualiza en que «del embalse La Paloma se está extrayendo más de tres veces lo que le está ingresando, así que va a continuar a la baja y pasa lo mismo con el Puclaro, donde se está extrayendo el doble de lo que le está ingresando».

¿En noviembre
parte la recesión?

De seguir las condiciones tal como están, desde Aguas del Valle han señalado que en noviembre podría partir la recesión de agua, frente a este escenario, el director regional de la DGA sostiene que «el organismo que entrega esta información es la sanitaria, en este caso Aguas del Valle, y ellos son los que hacen el balance entre oferta y demanda, por lo tanto ellos dicen que claro que en noviembre podría comenzar el racionamiento, asumiendo que este año no llovería, o en el escenario que este año fuera seco».

«No se trata que la DGA lo comparta o no, nosotros escuchamos lo que dice la sanitaria y genera preocupación por supuesto, en ese sentido, nosotros no tenemos por qué desconocer el dato que entregan, y nos pone a nosotros en alerta para seguir trabajando en conjunto con todos aquellos que lo hacen tanto desde la administración como en la distribución del recurso, ya sean las sanitarias como las juntas de vigilancia», añade.
Explica que «nuestro trabajo tiene que seguir en ese sentido, la DGA no produce agua pero sí debemos fortalecer todos los flancos para que la distribución y producción de las aguas se haga de acuerdo a la normativa vigente».

48 denuncias por
robo de agua

Juliá comenta que a la fecha llevan un número bastante mayor de denuncias en comparación con el año pasado a igual periodo, en donde se cuentan 50 procesos abiertos de fiscalización en la región, de los cuales 7 corresponden a Elqui, 30 en Limarí y 13 en Choapa.

«Dos se esos ya están resueltos, donde se constató que no hubo infracción al Código de Aguas, así que hay 48 que continúan su trámite, en relación al año pasado ha aumentado relativamente bastante, se habían iniciado un total de 7 procedimientos en toda la región, uno a la fecha en la provincia de Elqui durante el 2021», añade.

En cuanto a los factores, explica que podría deberse a la pandemia y al aislamiento, la sequía que ha ido aumentando también, «y el trabajo que hemos hecho como DGA a través del territorio y donde el mensaje ha sido uno, y es que estamos fomentando que las personas se acerquen a hacer las denuncias por extracción no autorizada de agua».

«En el trimestre noviembre, diciembre y enero, se dio el máximo de señal de lo que es el fenómeno de La Niña, que si bien no es la más intensa que hemos tenido en los últimos años, si nos pilla en un momento de extrema sequía y de cambio climático, donde ya los efectos son bastante notorios, y eso predecía tener un otoño relativamente seco, que es lo que se está cumpliendo», comenta Juliá de cara al próximo trimestre».

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