Eduardo Cortés Cruz, conocido florista coquimbano con 29 años de trayectoria en el rubro, denuncia la pérdida de una importante carga de flores valorada en casi un millón de pesos, la cual fue enviada desde Santiago a Coquimbo a través de la empresa Buses Romani. Supuestamente el chofer botó la mercadería en un conteiner.

Es dueño del negocio familiar ubicado en calle San Miguel a las afueras del cementerio de Coquimbo, que heredó de su madre la primera florista del círculo afectivo: «Florería San Manuel».
Durante años ha operado bajo la misma metodología, donde todas las semanas le enviaban las flores por Romani, puntualmente.
El envío en cuestión que debía llegar el miércoles 2 de julio a las 10:30 de la mañana ,supuestamente en la máquina 1028 conducida por José Lepe. Sin embargo, no pudo ser recibido por Cortés debido a un imprevisto personal, cuenta.
Al día siguiente, al comunicarse con el chofer del bus, este le habría informado que al no encontrar a nadie esperando la mercadería, la había botado a un conteiner de basura en Vicuña.
«Me dijo que como no había nadie, la botó a la basura. Yo le pregunté en qué conteiner y me respondió que no se acordaba, le dije ¿si se te queda un niño chico o una maleta también lo vas a botar a la basura?
Cuando le preguntó por una posible solución, el conductor le respondió que era su problema .
Cuenta el afectado comerciante del cementerio haber intentado obtener una solución tanto con el conductor, además de contactarse con la empresa, sin resultados, esboza.
Incluso asegura haber hablado con personal de alto cargo de Buses Romani. «Me dijieron que ellos tienen prohibido traer mercadería y que tenemos que solucionar el problema solamente con el chofer que seguramente lo iban a fiscalizar y por eso lo tiró a la basura», no entregando ninguna solución a Eduardo, quien jura estar frustrado y angustiado por la actual situación de su negocio.
El florista evalúa acciones legales e iniciará gestiones ante el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) además de ir a Carabineros a poner la denuncia. «Este es un daño enorme para mí y mi familia. Estas flores me representan una inversión que no puedo recuperar», subraya.
«A mí se me ha pasado mercadería para el norte, en otra empresa una vez se me paso para Antofagasta pero la trajeron de vuelta» en conversaciones con choferes de la misma empresa Eduardo asegura que le han dicho que el conductor no podía botar la mercadería la basura, argumentando que posiblemente le estarían haciendo un chanchullo.
Cortés sospecha incluso que la mercadería pudo haber sido vendida. «Él sabe lo que valen las flores. En mi opinión, me las vendió».
«Hay agencias, si no estaba yo acá, déjela en La Serena o si no en Vicuña, pero no pueden darme esa respuesta. Si hubiera sido una pequeña encomienda, pero es mi material de trabajo».

Enfrentar el mercado

Actualmente el florista se encuentra trabajando un un pequeño stock de flores las cuales debe de comprar a distribuidores de la zona «dándome vuelta con lo que me quedo en el bolsillo.
Finaliza recordado que no era la primera vez que traspasaba su flores en la empresa de buses Romani, «ellos sabían quién era Eduardo Cortés».

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