La directora regional del Servicio confirmó una disminución en la cantidad de adolescentes y jóvenes usuarios durante 2025, en un escenario marcado por el proceso de implementación y consolidación de la nueva institucionalidad.

Por: Valentina Echeverría O.

El Servicio de Reinserción Social Juvenil Coquimbo registró una disminución en la cantidad de adolescentes y jóvenes atendidos en la región de Coquimbo durante 2025, pasando de 277 casos en 2024 a 261 en el periodo actual, según cifras entregadas por la directora regional del organismo, Loreto Rebolledo.
La autoridad valoró este descenso como una señal positiva dentro del proceso de instalación del servicio, que cumple su segundo año de funcionamiento, destacando también que «podemos ver cómo ha bajado, por ejemplo, el privativo de libertad. El año pasado teníamos cerca de 30 jóvenes y hoy estamos con 18. Sumando a eso la comparación de los cierres anuales».

Desde el Servicio explicaron que este escenario se da en un contexto de ajuste propio de una institucionalidad nueva, que ha debido ordenar procesos heredados del sistema anterior y avanzar hacia una mayor claridad en los flujos de ingreso y egreso de jóvenes al sistema penal docente.
«Estamos en un buen camino donde se han hecho acciones importantes», afirmó la directora regional, quien subrayó que el enfoque del servicio no se limita al cumplimiento de sanciones, sino que apunta a acompañar trayectorias de vida y procesos de reinserción efectivos.
En esa línea, Rebolledo destacó la realización de una primera consulta juvenil a nivel regional, iniciativa apoyada por la Defensoría de la Niñez que permitió recoger la opinión de los propios jóvenes sobre sus procesos de reinserción y detectar brechas en ámbitos como educación, empleo y salud. «Hicimos esta acción pensando en que nosotros como adultos lo vemos desde la política, desde lo gubernamental, y se pierde un poco el relato, por eso es importante que los jóvenes también opinen sobre su proceso».
Entre los resultados, los principales vacíos son: «no tener trabajo, no poder reinsertarse educacionalmente, el tener dificultades con los temas de salud, pero dentro de eso muchos se encuentran esperanzados con esta reforma, viendo que hay un servicio y hay un Estado que resguarda sus derechos a la educación, a la salud y que los acompaña, los capacita, los habilita».

Respecto a los desafíos que vienen, la directora regional indicó que «estamos recién en el segundo año de implementación y esperamos que en el tercer año el servicio esté más consolidado y focalizado en los jóvenes que cumplen medidas bajo el sistema penal adolecente».

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa tu comentario!
Por favor ingresa tu nombre