
Tras retomar las obras, los habitantes del callejón Santa Bárbara convocaron una manifestación este martes donde acusaron nuevamente la presencia excesiva de Carabineros y la falta de transparencia en los permisos del proyecto.
Por: Valentina Echeverría O.
El conflicto entre los vecinos del callejón Santa Bárbara, en Pan de Azúcar, y la empresa Aguas del Valle se agudiza cada día. Este martes se vivieron nuevos enfrentamientos en el sector donde los residentes acusaron que, pese a los acuerdos alcanzados el pasado viernes, donde se habló de no seguir las obras hasta tener soluciones concretas, la sanitaria retomó las faenas el lunes acompañada por Carabineros, extendiendo —según la vocera del grupo — los trabajos más allá del horario permitido.
«El lunes llegaron nuevamente con maquinaria y personal policial. No eran los mismos carabineros del viernes. Nos decían que si tenían permiso para trabajar. Incluso atravesaron su furgón e impidieron el paso, siendo que desde un principio una de las reglas era que no obstaculizaran la calle, ni a pie se podía pasar», relató Paola Alvarado, vocera y afectada.
Según la dirigente, los trabajos se prolongaron hasta las 9 de la noche, pese a que las obras autorizan labores solo entre las 8:00 y las 18:00 horas. «Les recordé que el proyecto dice claramente el horario, pero la contratista respondió que podía hacer horas extras. No respetan ni el primer punto del acuerdo solo para terminar luego. Dicen que están autorizados pero no tienen los permisos para este callejón porque es privado».
La situación se repitió este martes donde los vecinos cerraron el portón y salieron con carteles y globos a protestar por el no avance de las obras, lo que derivó en una presunta denuncia en su contra. «Pusimos unos neumáticos, pero no los prendimos ni hicimos barricadas. Los movimos para dejar pasar los autos. Aún así, el capitán de carabineros me informó que estoy denunciada por la ley de terrorismo anti barricadas. Es absurdo, no hubo violencia, aquí la mayoría son adultos mayores».
Cabe recordar que el conflicto entre los vecinos del callejón Santa Bárbara y Aguas del Valle comenzó hace más de un año, cuando la empresa inició la ejecución del proyecto que contempla la conexión de dos pozos profundos destinados a reforzar el suministro de agua potable hacia Coquimbo. Los residentes acusan que las obras se realizan en un camino privado, sin su autorización ni una propuesta de compensación ni claridad sobre los impactos ambientales, mientras la sanitaria sostiene que el proyecto cuenta con los permisos correspondientes y responde a la crisis hídrica que afecta a la región.
Respecto a las posibles acciones judiciales que se tomarán desde los vecinos, Alvarado aseguró que su abogado trabaja en un recurso de protección que pueda ayudarlos a frenar las obras.
Desde Aguas del Valle, el subgerente zonal Juan Pablo Jacob señaló que el proyecto busca enfrentar la escasez hídrica que afecta a la región. «Las obras en Pan de Azúcar son esenciales para enfrentar la grave sequía que afecta a nuestra región. Estos pozos permitirán asegurar la continuidad del servicio y evitar un racionamiento en Coquimbo, beneficiando a más de 37.500 familias».
«Hemos trabajado desde inicios de este año y contamos con todos los permisos. El diálogo con los vecinos sigue abierto, pero lamentablemente no hemos llegado a acuerdo con las propuestas presentadas. Carabineros nos ha apoyado para acceder hasta las faenas, para poder continuar con estas obras. Nuestro llamado es a seguir dialogando, porque debemos completar los trabajos y mantener a los hogares de Coquimbo con agua potable», afirmó.
La vocera, en tanto, insistió en que la comunidad seguirá movilizada hasta tener una respuesta concreta. «Seguiremos aquí, pacíficamente, defendiendo nuestro callejón y nuestro derecho a que se respeten los límites. Es ilógico que en un lugar donde no hay violencia haya más presencia policial que en zonas donde sí se necesita».