
Este lunes, los partidos Demócratas y Amarillos le declararon su respaldo a la candidatura de José Antonio Kast para la segunda vuelta presidencial, que se realizará el 14 de diciembre.
René Martínez Rojas
Según explicaron, esta decisión responde a la necesidad imperante de «recuperar el país», un objetivo que consideran primordial por encima de las discrepancias ideológicas.
Decisión que en la región de Coquimbo valoraron, entendiendo que «en términos simples el partido dio libertad de acción», dijo Tomás Yávar, dirigente regional de Amarillos.
Argumentó que la determinación que se tomó en Santiago radica en que luego de una reflexión, «entendiendo que el SERVEL nos iba a disolver y que en este momento el partido no existe legalmente, porque los militantes aparecieron todos como independientes, se acordó una respuesta bien amarilla que plantea que a medida que nosotros ya no somos partidos, no estamos fuera de la discusión con respecto a los apoyos políticos. Y, por ende, se definió que cada cual tome su propio camino dentro de los valores que plantea».
Avisa que el partido «estaba bien claro en que ninguno de los dos extremos nos representaba», toda vez que «nacimos con la idea de que no se llegara a una situación como esta».
Sin embargo, lamenta que «no fuimos capaces de entregar el mensaje adecuado y tampoco entusiasmamos a la gente lo necesario como para evitar un nuevo escenario de elección entre dos tendencias o dos propuestas muy opuestas».
Desde Demócratas, el diputado y presidente regional, Víctor Pino, comentó que, si bien el Partido Demócratas resolvió no apoyar en segunda vuelta a la candidata Jaraa, «algunos líderes de nuestra colectividad consideramos necesario ir un paso más allá y manifestar públicamente nuestro respaldo a José Antonio Kast como opción para conducir el país».
En lo personal, dijo estar «convencido» de que durante estos últimos cuatro años el país «ha vivido un evidente retroceso, marcado por una profunda crisis de seguridad, un aumento de la inmigración irregular, mayores niveles de desempleo, dificultades en salud y una desmejora general en prácticamente todas las áreas».
Por lo mismo, asegura no tener dudas de que «con José Antonio Kast, Chile y particularmente nuestra región de Coquimbo estarán mejor. Me ha sorprendido gratamente la prioridad que él otorga a la construcción de plantas desaladoras como solución real y sostenible para enfrentar la sequía y mejorar la distribución del agua, especialmente en sectores que hoy dependen de los camiones aljibe.»






























