Desde de todos los rincones del país llegaron los peregrinos a pagar los favores concedidos a Nuestra Señora del Rosario, que congregó a más de 200 mil personas en una festividad que finaliza hoy.
Por René Martínez Rojas
La comuna de Andacollo revalidó este viernes su condición de ser la comuna de la región -y sin duda una del país, junto con la Fiesta de La Tirana- más religiosa y fervorosa. Porque miles de fieles acudieron para venerar a la Virgen del Rosario en la ya tradicional Fiesta Grande.
Con ellos, también el comercio. Esta vez apadronado y de manera ordenada, a metros de la Basílica, por donde salió en andas la sagrada imagen y que fue, en rigor, el punto culminante de una manifestación multitudinaria que comenzó el día martes y finaliza en la jornada de hoy.
«Venimos todos los años desde La Serena, primero lo hacía con mis padres y ahora lo hago con mis hijos», dijo emocionada la señora Patricia, de la mano precisamente con sus retoños.
Lo cierto es que, en las calles de la comuna, pero principalmente en el Santuario abundaron los relatos de favores concedidos por la Chinita, como también es conocida la Virgen. Es que la devoción popular por estos días se expresa tanto en los bailes que ofrecieron, como en los sacrificios de los peregrinos para pagar sus «mandas» o promesas.
Como Paulo y Macarena, que llegaron a eso de las 2 de la tarde para pagar una promesa. «En realidad, hace casi un año que estamos visitando a la Virgen una vez al mes. Lo hacemos para pagar una deuda que realizamos juntos y que fue por un tema de salud».
A unos metros, sentados y capeando el sol, dos mochileros: Andrés y Manuel. Ambos de Santiago. Su destino es el valle de Elqui, «pero quisimos pasar a ver cómo era la Fiesta Grande, pues nos habían contado y por eso pasamos. Llegamos este miércoles y nos vamos mañana (hoy), pero de verdad que es mucha gente devota la que llega», cuenta Andrés.
Comercio
En alguna actividad masiva es imposible que el comercio no esté. Y si es religiosa, con mayor razón. Porque ayer abundaron las imágenes de la virgen, chapitas y hasta poleras. De todo, en realidad, se podía encontrar en una enorme feria que se instaló durante esta semana, y en puntos estratégicos, para recibir al turista.
Cerca de 40 mil personas diarias, alrededor de 200 mil en los cinco días de festividad. Y ayer, incluso algunos puestos rematando. Si bien la familia Miranda hay en todos lados, «la verdad es que no nos podemos quejar, porque hay personas que solo vienen a mirar, otros compran. Nos ha ido bien, incluso mejor que el año pasado», dijo uno de los tantos comerciantes que se la jugó nuevamente por instalarse con su puesto.
Como bien lo señalaba a diario La Región el edil Juan Carlos Alfaro, para mantener la tranquilidad y el orden, el trabajo en conjunto era primordial, especialmente con Carabineros, institución que dispuso más de 30 dispositivos de refuerzo, con un contingente superior a 120 funcionarios provenientes de las comunas de La Serena, Coquimbo, Ovalle y Antofagasta.
Esto, porque la celebración que se realizó en 2023 no estuvo exenta de problemas, ya que algunos comerciantes ambulantes utilizaron puestos que correspondían a emprendedores locales.
