
El Banco Central informó que la actividad nacional creció 3,1% en el segundo trimestre. Karen Vargas, directora del Observatorio Laboral Regional, resaltó que en Coquimbo el repunte se refleja en los servicios, con mayor dinamismo para mujeres y jóvenes, aunque persiste la sensación ciudadana de que «la plata no alcanza».
Por: Valentina Echeverría O.
El reciente informe de Cuentas Nacionales del Banco Central mostró que la economía chilena creció un 3.1% en el segundo trimestre del 2025, bastante diferente en comparación al 2,5% registrados los primeros meses del año y casi triplicando el 1,2% del mismo periodo de 2024. El avance se explica por una mayor inversión en maquinaria y obras de ingeniería, junto con un aumento en el consumo de los hogares y el dinamismo en sectores como minería, comercio, salud y turismo.
La economista Karen Vargas considera que estos datos son una señal clara de recuperación. «Esto refleja que la economía está más firme que la del año pasado. El 3,1% significa que hay más movimiento en la producción, en los servicios y en el consumo».
Uno de los sectores clave para la región de Coquimbo es el turismo, que según Vargas tiene un efecto multiplicador. «Muchas empresas dependen del turismo y éste es de carácter estacional en nuestras ciudades. Aunque exista temporalidad, cuando el turismo crece se activa una cadena completa que incluye alojamiento, gastronomía, transporte, comercio, local y otras actividades. Esto significa más empleos temporales, más ingresos para el empresario local y mayor dinamismo económico».
Aun así, la académica reconoce que el crecimiento no siempre llega directo al bolsillo de las familias. «En muchos casos, el crecimiento económico no se traduce inmediatamente en una mejora para las familias. Los salarios suelen ajustarse a un ritmo más lento que la economía y los precios. El costo de la vida puede seguir siendo alto para las familias de ingresos medios y bajos. Por eso, la percepción cotidiana puede diferir de los datos macroeconómicos».
Respecto al futuro inmediato, Vargas proyecta que el empleo en la región se mantendrá al alza. «El empleo ha mantenido una tendencia al alza, por lo tanto, se espera que se mantenga así. El cambio de estación hace que exista un mayor optimismo con respecto a las contrataciones, siendo un desafío constante la formalidad de éste. Los precios deberían mantenerse si la inflación está controlada».
Además, advierte que este escenario de recuperación puede abrir espacios inclusivos. «Cuando crecen sectores productivos, se pueden abrir más espacios laborales que incluyan mujeres y jóvenes. Si además se consolidan las políticas públicas de inclusión laboral y capacitación, se aumentan las oportunidades para grupos históricamente han tenido dificultades para acceder a empleos de calidad y en la formalidad».
Sobre el panorama para los próximos meses, Vargas es cautelosa pero optimista asegurando que «si los factores económicos y de empleo se mantienen estables, es muy probable que el crecimiento continúe en lo que resta del 2025, aunque a tasas moderadas, en especial si se consolidan inversiones y mejoras en productividad».