
La argentina ayer nuevamente se juntó con sus fieles en el Coliseo Monumental de La Serena. ¿Cómo no creer en Dios y en ella?, se pregunta Fernanda.
Por René Martínez Rojas
Sin duda que el protagonismo de la jornada se lo llevó Leda Bergonzi, la mujer argentina a la que le atribuyen supuestos dones de sanación.
El de ayer fue su último día de los dos que estuvo junto a sus fieles de La Serena en el Coliseo Monumental, hasta donde llegaron cientos de peregrinos buscando su sanación. Pero también para agradecer, como lo hizo Fernanda, madre de Fausto (4), que antes de conocer a la rosarina sufría por las dolencias de su pequeño.
Ayer entregó su testimonio al público presente y a diario La Región, testificando los dotes de la sanadora de Rosario y religiosa referente de Soplo de Dios Viviente, agrupación que la trajo a la capital regional.
Fernanda conoció a Leda el año pasado en la comuna de Maipú, cuando visitó el país por primera vez. «Ese día me amanecí haciendo la fila», recuerda. Y pudo después de largas horas de espera entrar al Templo Votivo.
Por entonces su hijo tenía una parálisis cerebral, TEA y retraso en el habla, «pero después que Leda lo vio tuvo un cambio enorme, pues ya no tiene parálisis, solo TEA y retraso en el lenguaje. Y ahora estoy acá porque es una manera de agradecerle y para que mi hijo se siga sanando, porque sé que es milagrosa. Dios pone a la gente y ella es un ángel para mí. A mi hijo lo sanó».
Oración, música y alabanza
Luego de conocer el diagnóstico de su hijo, cuenta que «no quería asimilar lo que tenía y ahora estoy bien, gracias a Dios, porque mi hijo está bien. Cuando le hablabas por su nombre no respondía, no tenía movilidad en su cuerpo, le costó mucho caminar, pero gracias a Dios está bien, ¡y corre!».
Para acreditar sus dichos, lleva consigo certificados médicos, «porque puedes decir muchas cosas, pero los hechos son las pruebas», señala. Uno de esos documentos es del año 2023 en que sale el diagnóstico y el otro certificado es de ahora, «que dice que solo tiene autismo y de grado tres bajó a dos, ¿entonces cómo no creer en Dios y en ella? Ya no es un niño ido, sino que entiende, lleva una vida normal, aunque claro, con autismo, pero todo tiene solución y sé que mi hijo cada vez estará mejor».
Respecto a lo que le dice la gente cuando saben lo sucedido, la primera impresión «es que quedan sorprendidos, aunque también hay gente que no cree en Dios. Usted sabe que esto es a través de Dios, de la fe».
Estuvo presente en el Coliseo para agradecer, pues argumenta que a Leda «Dios la puso para sanar a la gente que tiene problemas. Ella no pide nada y a mí me ha ayudado. Para mí es una bendición que ella haya venido…».
La jornada de ayer concitó a más personas, que desde temprano acudieron para el encuentro de oración, música y alabanza.