El hecho, ocurrido tras una sepultación el lunes 13, se prolongó hasta este viernes, cuando finalmente se selló el nicho. Desde el municipio explicaron que la demora se debió a razones de seguridad. Mientras que el seremi de Salud llamó a denunciar este tipo de situaciones por su eventual riesgo sanitario.

Por: Valentina Echevería O.

Después de cinco días de insistencia, la familia de una adulta mayor sepultada en el Cementerio Municipal de Coquimbo logró finalmente que se cerrara la bóveda donde descansan sus restos. Sin embargo, el proceso —que comenzó el lunes y se extendió hasta el viernes— dejó un profundo malestar entre los familiares, quienes denunciaron una falta de empatía y una atención deficiente por parte de la administración del recinto.
«El día lunes sepultamos a mi abuela y recién hoy, al quinto día, cerraron la bóveda. Fue un dolor innecesario», relató una integrante de la familia, quien pidió mantener reserva de su identidad por respeto a la fallecida.
Según explicó, durante varios días acudieron al cementerio para exigir que se completara el proceso, sin obtener respuestas claras. «Nos decían que no había personal, que la tapa era muy pesada, que lo harían al día siguiente. Incluso me dijeron que yo trajera gente para cerrarla. Pero mientras tanto el nicho seguía abierto, y eso es una falta de respeto, además de un riesgo sanitario», señaló.
La familia lamentó que la situación se haya extendido por casi una semana. «No puede ser que en un momento tan doloroso uno tenga que estar peleando para que traten con dignidad a un ser querido».

Respuesta del Municipio de Coquimbo

Desde la Municipalidad de Coquimbo confirmaron que el día 13 de octubre se efectuó una sepultación en una bóveda familiar en «un recinto de larga data que cuenta con una cubierta de gran envergadura, íntegramente construida en hormigón y sin manillas para su correcta manipulación».
Agregando que «esta tapa representaba un riesgo, ya que, debido a su alto peso, no solo podría afectar a los funcionarios, sino que podría caer y dañar los ataúdes ya sepultados».
La administración explicó que se sugirió a la familia cambiar la tapa por una estructura más liviana, debido a la dificultad para maniobrarla, pero «la denunciante no accedió a tal recomendación, aludiendo que debiese hacerlo el cementerio a costo municipal».
«Cabe recordar que los derechos de sepultación cancelados en la ocasión no incluyen los costos de una nueva tapa, lo cual está expresamente detallado en la ordenanza de cobro vigente».
En relación al riesgo sanitario señalado por la familia, la municipalidad enfatizó que los ataúdes en Chile «deben ser impermeables, sólidos y cumplir con normativas sanitarias, lo que minimiza eventuales afectaciones». Asimismo, el municipio indicó que se procederá a cerrar la bóveda con la tapa original, tras solicitar apoyo de personal adicional. «Lamentamos los inconvenientes que el retraso del sellado de la sepultura puede haber generado, pero es fundamental cumplir no solo con la normativa sanitaria vigente, sino con las medidas de seguridad del personal a cargo del proceso».

Preocupación sanitaria

Desde la seremi de Salud de Coquimbo, el doctor Darío Vásquez explicó que una sepultación sin cierre oportuno puede implicar un problema sanitario dentro del recinto, especialmente por la posible emanación de malos olores o exposición indebida al ambiente.

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