
La mujer asegura que el espacio fue violentado por segunda vez en el recinto municipal y advierte una falta de resguardo que la llevó a iniciar trámites para retirar los restos de su pequeño.
Por: Valentina Echeverría O.
Con el corazón lleno y en una fecha profundamente significativa, Leslie Del Portillo llegó el pasado domingo al Cementerio de Las Compañías para visitar la tumba de su hijo tras cumplir cuatro años fallecido, luego de luchar con una aplasia medular severa. Ese día llegó pensando: «Te prometo, hijo, que te regalaré toda mi alegría para que nunca más me vuelvas a ver llorar tanto», pero al llegar, encontró la tumba completamente ultrajada.
El espacio había sido violentado y gran parte de los objetos que lo decoraban con motivo navideño ya no estaban. «Llegué a su casita y al abrirla me doy cuenta que no estaba el candado, cuando miré bien, estaba todo destruido. Fue horrible porque se me pasaron mil historias por la cabeza».
Según explicó, el espacio había sido pensado con especial cuidado, respetando los deseos de su hijo de 12 años que fueron planificados en vida durante su enfermedad. «A él no le gustaban las flores. Él quería dulces, luces y colores. Todo eso tenía sentido por eso yo llevaba siempre chicles y cositas que le gustaban».
Un espacio construido y destruido
Las imágenes del antes y después del robo evidencian el impacto del hecho. La tumba había sido transformada en una pequeña «casita», con plantas, figuras infantiles, una lápida hecha a mano, luces solares y recuerdos personales. Tras el robo, gran parte de esos elementos desapareció.
La primera vez que se ultrajó el lugar de descanso de su pequeño fue el 21 de agosto del 2021, cuando la familia había decorado la tumba con figuras de Lego, una de las grandes entretenciones de su hijo, que armó antes de fallecer.
«Le habíamos hecho una cancha, un estadio. Queríamos que no fuera una lápida fría. Un día llegamos y se lo habían llevado todo, incluso destruyeron lo que no pudieron sacar. Las figuras que estaban armadas por mi hijo, que estaban pegadas de las patitas, le sacaron el torso para arriba y dejaron las piernas».
Busca sacar a su hijo del cementerio
Producto del temor constante, Leslie inició los trámites para exhumar y cremar los restos de su hijo. «Lo que tengo que hacer ahora es juntar alrededor de un millón trescientos pesos para ya definitivamente sacarlo de ahí y llevarlo a casa, porque no duermo tranquila, siempre estoy pensando que le puede pasar algo».
Con emoción contenida, Leslie hizo un llamado a las autoridades regionales, diciendo que «por favor hagan algo, en el sentido de restaurar el cementerio para entregar más seguridad, que suban los muros. ¿Qué pasaría si un día se hace un cortocircuito por los cables en mal estado y hay un incendio? se necesita un poco de respeto. Uno va a dejar allá a una persona que amo con toda el alma para que descanse en paz, no para esto».
Tras el último hecho, indicó que el actual administrador del cementerio se contactó con ella y comprometió rondas más frecuentes, especialmente a su hijo, lo que la dejó más tranquila.
Respuesta desde la Corporación
Desde la Corporación Municipal Gabriel González Videla, el administrador de cementerios municipales, Braulio Videla, señaló que tras conocerse el hecho se activaron los protocolos correspondientes y se tomó contacto directo con la familia afectada.
«Se realizó una visita en el Cementerio de Las Compañías, se levantaron los protocolos y de inmediato nos contactamos con la familia para conversar y buscar una solución frente a esta lamentable situación», indicó.
Asimismo, informó que se entregó acompañamiento a la familia y que durante la jornada del martes se realizó una nueva reunión para avanzar en el proceso de traslado. «Nos reunimos con la madre y la abuela del menor para entregar el certificado y realizar el traslado hacia el crematorio, con la autorización sanitaria correspondiente», agregó.






























