La disputa por la instalación de una de las atracciones más llamativas de los últimos meses se trasladó al terreno político. La llamada Gran Rueda de la Fortuna, que ha pasado por Viña del Mar y actualmente se encuentra en Santiago, finalmente llegará a La Serena entre el 22 de agosto y el 21 de septiembre, y no a Coquimbo, como estaba originalmente previsto.

La estructura, que alcanza los 30 metros de altura y cuenta con 24 cabinas cerradas —cada una con capacidad para seis personas, incluyendo accesibilidad universal— estará ubicada en la Plaza Escultura Gabriela Mistral, frente al acceso principal del parque Pedro de Valdivia. Las entradas ya están disponibles a través de Puntoticket, con valores desde $5.000 por persona y hasta $25.000 por una cabina completa.
Desde el municipio serenense, la alcaldesa Daniela Norambuena celebró la llegada de la atracción, destacándola como una señal de dinamismo y fortalecimiento del turismo local. «La llegada de la Gran Rueda a La Serena es una muestra concreta de cómo seguimos fortaleciendo el turismo local y la economía de la ciudad. Este tipo de alianzas nos permiten ofrecer nuevos atractivos para las familias y visitantes, dinamizar el comercio y proyectar a La Serena como una ciudad viva, moderna y con espacios para todos», señaló la jefa comunal.
Pero en Coquimbo no hubo celebración. Por el contrario, desde el municipio porteño acusaron a la empresa productora de haber cambiado unilateralmente las condiciones, a pesar de que ya se habían concretado conversaciones y enviado documentación técnica para facilitar la instalación en la ciudad.

DAVID DÍAZ

«La Municipalidad de Coquimbo siempre estuvo muy interesada en que la productora que trae esta gran rueda pudiera instalarse en Coquimbo. Llegamos a un buen acuerdo, a costo cero para el municipio, y les respondimos en siete días con todos los respaldos técnicos», aseguró el administrador municipal David Díaz. A juicio del funcionario, la empresa «desistió sin mayor justificación, culpando a la municipalidad de tardanza, lo que nos parece una señal de poca seriedad en estas tratativas».
Desde el municipio coquimbano también se aclaró que entre los documentos entregados a la productora estaban los estudios geotécnicos y geomecánicos necesarios para evaluar la viabilidad del emplazamiento, por lo que descartan que haya existido una demora injustificada.

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