
Criticaron duramente a senador por sus afirmaciones en contra del músico, asesinado el 16 de octubre de 1973. «Forma parte de la estupidez de las personas como ellos», dijo el diputado Cifuentes. «Fue una afrenta a su memoria y a la región», señaló Matías Walker.
Por René Martínez Rojas
Aunque finalmente ese día miércoles se aprobó en el Congreso el proyecto de ley que declara el 16 de octubre de cada año como el «Día de las Bandas y Orquestas Juveniles Jorge Peña Hen», el negacionismo del senador Rojo Edwards (Partido Libertad) marcó la jornada tras señalar que el músico «fue acusado de internar armas dentro de violones. Esa es la acusación, véanlo en cualquier parte», señaló.
Recuerda el senador de Demócratas Matías Walker que esa tarde se había acordado en comité ver este proyecto en tabla y que era de fácil despacho, «y el senador Edwards fue parte de ese acuerdo».
Por eso, sus afirmaciones fueron duramente cuestionadas, «pues sentí que lo que dijo el senador fue una afrenta no solamente a la memoria de Jorge Peña Hen, sino que a la historia de la región de Coquimbo», afirma el senador.
Agrega que «todos sabemos la obra del maestro, lo que realizó y sigue haciendo en su nombre con las orquestas infantiles, con las orquestas juveniles y lo que hizo en su momento para llevar niños a Santiago para perfeccionarse. Entonces que se repita en la sala de sesiones del Senado esta grotesca falsedad que se intentó esgrimir para justificar su cobarde asesinato por parte de la Caravana de La Muerte, fue una afrenta a la memoria histórica de la región».
Y por eso «reaccioné rápidamente» porque, además, se había acordado en comité ver este proyecto en tabla de fácil despacho «lo que significa que ni siquiera nadie habla para que el proyecto se apruebe rápido».
Forma parte
de la estupidez
Jorge Peña Hen, junto a otros 14 prisioneros de la cárcel de La Serena, fue asesinado por la Caravana de La Muerte sin recibir condenas en un proceso ajustado a Derecho. Los mataron por matar.
Por eso la molestia del senador, porque «esto no es un simple error. Siento que hay sectores de extrema derecha que persisten en un negacionismo que es peligroso porque Chile, además, estableció una verdad histórica a partir de lo que fue el trabajo de la Comisión Rettig, de verdad y reparación, donde está señalada la circunstancia bajo las cuales fue asesinado por la Caravana de La Muerte sin absolutamente ninguna justificación, y con esa falacia que se inventó para justificar y silenciar a un maestro de la música», subraya Walker.
El diputado DC Ricardo Cifuentes también condenó a Rojo, «pues son infelices los dichos, por llamarlo menos. Pero esto se suma, creo yo, a un avance en el lenguaje muy inapropiado de parte de la derecha, de la extrema derecha. Veo lo de Jorge Peña Hen como un insulto, un agravio a la memoria de una persona querida en la región, que además fue autor de una obra enorme que hasta hoy se mantiene. Esto forma parte de la estupidez de las personas como ellos».
Mientras que el diputado de Demócratas Víctor Pino señaló que «Jorge Peña Hen no solo fue un músico excepcional, sino también un visionario que transformó la vida de cientos de niños y niñas a través de la creación de las primeras orquestas infantiles de Chile. Es legítimo que existan visiones distintas sobre la historia, pero no podemos permitir que afirmaciones sin respaldo empañen la memoria de quienes aportaron al desarrollo cultural de nuestras comunidades. Como diputado por Coquimbo tengo el deber de proteger y valorar ese legado cultural y artístico que forma parte de nuestra identidad».
Desde el PS, el diputado Daniel Manouchehri aclaró que «lo de Rojo Edwards es una provocación miserable. Decir que escondía bombas en los violines es repetir el libreto de los torturadores. Igual que ayer, le teme a la cultura, al arte, a los niños que piensan. Es el mismo miedo que tuvieron los dictadores frente a la inteligencia, porque nada incomoda más a los cobardes que la libertad de los valientes. Y Jorge Peña Hen fue eso: un valiente, un hombre que democratizó la cultura y enseñó que la música podía cambiar vidas».