
El Juzgado de Letras de Los Vilos responsabilizó a la Municipalidad por negligencia en las condiciones de seguridad del Liceo Nicolás Federico Lohse Vargas, donde una docente resultó con severas lesiones al encender un horno defectuoso.
Joaquín López Barraza
Un horno en mal estado, advertencias ignoradas y una explosión que terminó con una profesora gravemente herida. Esos son los hechos que motivaron al Juzgado de Letras de Los Vilos a condenar a la Municipalidad local a pagar una indemnización de $140 millones, tras un accidente laboral ocurrido en abril de 2024 en el Liceo Nicolás Federico Lohse Vargas.
Según el fallo, el municipio no garantizó condiciones mínimas de seguridad en el área de gastronomía del establecimiento, lo que derivó en quemaduras de diversa consideración para la docente, quien contaba con casi tres décadas de servicio.
«Con la prueba rendida en el juicio (…), permitieron formar convicción en este sentenciador que el accidente de trabajo se debió a la negligencia del empleador, quien incumplió su deber de protección y seguridad establecido en el artículo 184 del Código del Trabajo», estableció el juez Gonzalo Martínez Merino.
La resolución del tribunal dio cuenta de que las advertencias sobre el deterioro del área gastronómica ya se habían planteado al inicio del año escolar. «Ya los/las profesionales del liceo habían advertido el deplorable estado de la mantención del sector gastronómico, enviando una serie de correos dentro de las dos semanas de iniciado el año escolar», detalla la sentencia.
A esas alertas internas se sumó un informe de fiscalización de la Superintendencia de Educación, fechado en agosto de 2022, que constató infracciones en las condiciones de seguridad. «El Liceo Nicolás Federico Lohse Vargas NO cuenta con ‘Sello Verde’ que certifique que las instalaciones de gas son seguras en las siguientes dependencias: cocina, taller de gastronomía y duchas de los estudiantes», consigna el documento.
Para el tribunal, estos antecedentes reflejan una falla sistemática del sostenedor. «El accidente, en este sentido, era previsible», indica el fallo. Y añade: «El acápite relacionado con las deficiencias estructurales y del sistema de instalación de gas del sector gastronómico no fue abordado de forma adecuada u oportuna por la demandada».
Las consecuencias para la profesora han sido devastadoras. A las lesiones físicas se suma el impacto emocional. «El sufrimiento físico provocado por el accidente es una experiencia tanto sensorial como emocional con distintos grados de intensidad que no se puede compartimentar de antemano, por ser la persona un ser indivisible», señaló el magistrado.
La sentencia detalla que la afectada ha debido someterse a múltiples cirugías, injertos y una terapia reparatoria aún en curso. «Ya no puede acercarse a fuentes de calor de uso diario como una lámpara, que le genera dolor, y el solo hecho de exponer su piel al sol en cualquier horario implica un riesgo de enfermedad».
Tampoco puede seguir desempeñando su labor como antes. «Se trata de una mujer que ha realizado su labor de profesora en el mismo establecimiento desde su adultez joven (…) y cuya continuidad de servicios era, a la fecha del accidente, de casi 29 años».
Finalmente, el tribunal resolvió acoger íntegramente la demanda laboral contra la Municipalidad de Los Vilos, declarando su responsabilidad en el daño moral sufrido por la docente. El municipio deberá pagar una indemnización de $140 millones, reajustables según el IPC y con intereses en caso de mora. Además, fue condenado al pago de las costas del juicio, fijadas en $1,5 millones.