
Con un repaso histórico, entrega de medallas, danzas folclóricas y el paso de colegios, organizaciones y Fuerzas Armadas, la ciudad más antigua del Chile colonial conmemoró un nuevo aniversario en su Plaza de Armas.
Por: Valentina Echeverría O.
Aunque el cielo se mantuvo nublado durante la mañana, la Plaza de Armas de La Serena brilló con la energía y el entusiasmo de miles de asistentes que llegaron para ser parte del desfile conmemorativo por los 481 años de la fundación de la ciudad. La jornada se inició con un repaso histórico que recordó cómo, tras la destrucción de la primera villa en 1548, Pedro de Valdivia encomendó a Francisco de Aguirre la refundación de la ciudad el 26 de agosto de 1549, en el mismo lugar donde hoy se levanta la capital regional.
El discurso oficial evocó ese momento fundacional y lo vinculó con el presente, destacando la responsabilidad de conservar la memoria y proteger el patrimonio serenense. «Con estas vocaciones que refuerzan nuestra memoria y tradiciones, La Serena continúa forjando su destino, consciente de su historia y avanzando hacia nuevos horizontes», se señaló en la lectura, que situó a la comuna como un símbolo de continuidad entre pasado y futuro.
Tras la evocación histórica, la música y la danza dieron vida a la celebración. Cuecas y presentaciones folclóricas marcaron el ritmo de la jornada, en un escenario que combinó solemnidad y alegría. Delegaciones de colegios, jardines infantiles, clubes deportivos, agrupaciones sociales, juntas de vecinos y academias desfilaron frente a las autoridades y el público, reflejando la diversidad y riqueza de la comunidad serenense.
Las Fuerzas Armadas y de Orden también estuvieron presentes con su marcialidad, acompañadas por bandas instrumentales que dieron un marco solemne al homenaje. En paralelo, la entrega de las Medallas de la Ciudad reconoció a vecinos y vecinas destacados, subrayando el valor de quienes, desde distintos ámbitos, contribuyen al desarrollo y prestigio de La Serena.
Los concejales, consejeros regionales y autoridades comunales se sumaron a la ceremonia, en una clara señal de unidad institucional en torno a la importancia de este aniversario. Para muchos asistentes, la ocasión fue también la oportunidad de reencontrarse con una tradición que volvía al corazón de la ciudad, después de más de una década sin realizarse en la Plaza de Armas.
La mezcla de historia, música y participación ciudadana convirtió la jornada en un verdadero mosaico de identidad local. Entre el paso firme de las bandas militares y la espontaneidad de los más pequeños, el desfile se transformó en una celebración viva del patrimonio serenense, que rindió tributo a los 481 años de la ciudad más antigua del Chile colonial y proyectó un futuro que, como se señaló, se construye con memoria, cultura y comunidad.