
Agricultores del callejón Santa Bárbara realizaron una nueva manifestación el viernes, denunciando daños en acequias, tala de árboles centenarios durante las faenas y que el polvo de los trabajos ha dañado sus cultivos. Desde el municipio de Coquimbo informaron que han cumplido un rol de mediación entre las partes.
Por: Valentina Echeverría O.
El conflicto entre los vecinos del callejón Santa Bárbara y la empresa Aguas del Valle volvió a tensarse el viernes, cuando agricultores y parceleros del sector rural de Pan de Azúcar se manifestaron con tractores y vehículos en el camino donde la sanitaria ejecuta obras de entubación para conectar pozos de agua.
Según relataron los vecinos, la movilización —que se desarrolló de manera pacífica— tuvo por objetivo visibilizar los daños y molestias que, aseguran, ha generado el proyecto.
«Efectivamente nos volvimos a paralizar, esta vez con tractores apostados también en el callejón, menos mal no llegó tanta fuerza policial como en veces anteriores. Seguimos en la lucha, hay más gente que se está uniendo y no bajaremos los brazos», expresó Paola Alvarado, vocera del grupo y vecina afectada.
La dirigenta denunció que durante los trabajos se han producido afectaciones al entorno agrícola. «Tuvimos problemas con las acequias de regadío. Una, que era de tierra, la entubaron, y la otra, que estaba enlozada, le pasaron el tubo por debajo y quedó filtrando. Además, en la propiedad donde está el pozo sacaron tres árboles de más de 120 años. Se hizo denuncia al Medio Ambiente por la tala y la polvadera que se genera, porque ni siquiera riegan el camino para mitigar el polvo», señaló.
Alvarado añadió que la situación afecta directamente a productores del sector. «Un vecino, que tiene limones de exportación, está perjudicado por el polvo, igual que una vecina que cultiva frutillas. Son impactos individuales, pero reales, es alimento que se vende y se está perdiendo y la empresa no toma medidas», afirmó.
La vocera también comentó que el jueves sostuvieron una reunión en la Municipalidad de Coquimbo, que se extendió por cerca de tres horas. «Nos dijeron que debíamos mandar una carta para pedir la revocación del decreto que autoriza las obras, pero eso demora diez días en tener respuesta y un mes en hacerse efectivo. A esta altura, a la empresa solo le quedan 200 metros para terminar la obra gruesa, así que el tiempo corre en su favor», expresó.
Otra vecina del sector, Virginia Navea, también participó en la reunión y señaló que fueron recibidos por funcionarios municipales. «Nos recibió el señor Alejandro Galleguillos y dijo que esto quedó en gabinete, que toda esta información se pasó a gabinete y que gabinete se iba a hacer cargo de mandar un correo al gerente de Aguas del Valle para que arreglen los caminos y dejen un arranque de agua», comentó.
Desde el Municipio de Coquimbo confirmaron que han participado activamente en el proceso, buscando mantener el diálogo. «El encargado de Delegaciones Municipales informa que el municipio, a través de la Delegación Municipal Rural, ha desarrollado un rol de mediación en esta situación, para que se pueda avanzar en acuerdos. Se han realizado reuniones en terreno con la empresa y los vecinos, además de entregarles orientación y enviar los antecedentes a la empresa sanitaria a través de correos y oficios», indicaron desde la entidad comunal.
Pese a las dificultades, la comunidad insiste en que su posición no cambiará. «Nos mantenemos firmes. Queremos respeto por nuestra tierra, por nuestras acequias y por nuestra forma de vida», agregó la vocera, asegurando que las movilizaciones continuarán mientras las faenas sigan adelante en el sector hasta no llegar a un acuerdo.






























