Tras el siniestro de ayer en el local conocido como «Mall Chino», residentes del sector manifestaron su preocupación por la vulnerabilidad de las viviendas antiguas y el abandono de muchas propiedades en el centro de La Serena.
Por Joaquín López Barraza
A solo horas del incendio que movilizó a seis compañías de Bomberos en pleno centro de La Serena, los vecinos del casco histórico volvieron a manifestar su inquietud por la fragilidad de las construcciones antiguas y la frecuencia con que se registran emergencias similares en el sector.
El siniestro, que se inició pasadas las 16 horas de este martes en la bodega de un local comercial ubicado en calle Gregorio Cordovez con Vicuña, desató momentos de tensión entre residentes y transeúntes, especialmente por la cercanía de viviendas contiguas y establecimientos educacionales que a esa hora se encontraban en horario de salida.
Aunque no se registraron víctimas, dos adultos mayores fueron asistidos por problemas respiratorios, y varias familias debieron evacuar sus pertenencias ante el riesgo de propagación de las llamas.
«El temor siempre es el mismo: que el fuego se propague a las casas vecinas. Esta vez se controló a tiempo, pero ya hemos tenido varios incendios en el centro, casi todos por cortocircuitos o malas instalaciones eléctricas. Son viviendas muy viejas y muchas están abandonadas», señaló Luisa Escudero, exdirigenta vecinal del sector y miembro del Consejo de la Sociedad Civil del municipio.
Casas antiguas y
abandono
La exdirigenta explica que, además del deterioro estructural, el abandono de propiedades heredadas ha aumentado el riesgo. «Muchos dueños fallecieron y los herederos no se hacen cargo porque las contribuciones son altísimas. Las casas quedan botadas, entran personas a vivir o hacen fogatas en el interior, y eso es un peligro constante», advirtió Escudero.
Las condiciones propias de la arquitectura patrimonial también agravan la situación. Los techos conectados entre viviendas y patios interiores compartidos facilitan la propagación del fuego, mientras que la materialidad —adobe, madera y tejas envejecidas— dificulta el trabajo de control.
Apoyo municipal
De acuerdo con el Departamento Social del municipio serenense, un equipo de cinco profesionales acudió al lugar para asistir a los vecinos afectados. Entre ellos había cuatro adultos mayores, cuyas edades fluctúan entre 77 y 97 años. Personal municipal colaboró con Bomberos, acompañó a las familias durante la evacuación y coordinó apoyo con el área de seguridad ciudadana.
En una de las viviendas, el equipo permaneció junto a un residente con dificultades auditivas hasta la llegada de su familia, mientras que en el hostal colindante —donde residen 15 arrendatarios— se constató que no hubo daños estructurales graves y que el propietario se comprometió a buscar soluciones temporales para sus ocupantes.
Una preocupación
reiterada
El incendio de ayer reactivó una demanda histórica: mayor fiscalización y resguardo del casco antiguo de La Serena, declarado zona típica por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Vecinos aseguran que los reiterados siniestros en inmuebles patrimoniales —como los ocurridos en calle Almagro o en la iglesia Pentecostal— evidencian la falta de mantenimiento y control.
«Se ha planteado al municipio más de una vez. Hay casas tomadas, abandonadas o con conexiones eléctricas precarias, y eso es lo que más miedo da», insistió Escudero.
Hasta el cierre de esta edición, Bomberos continuaba con peritajes para determinar el origen del fuego, aunque de manera preliminar se indicó que habría comenzado en la bodega del local comercial afectado.