Consejero Denis Cortés: Política de Cultura es hacer del arte, patrimonio, y creación, algo más que un eslógan

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Su diseño tomó cerca de cuatro años, incluyendo estudios del contexto institucional, análisis comparados, grupos focales, encuestas, debates técnicos y reuniones participativas para recoger la opinión de los artistas, gestores culturales, intelectuales y simples ciudadanos. Al fin, en diciembre pasado fue entregada a la comunidad la Política Regional de Cultura, instrumento con el cual el Gobierno Regional espera sistematizar sus acciones e inversiones en la materia.
El documento pretende coordinar las acciones relacionadas al financiamiento regional, pero también el quehacer de los servicios públicos centralizados involucrados en el tema. Se basa en cinco lineamientos principales: “Una región que preserva y proyecta sus expresiones culturales e identitarias en un contexto de globalización; un sistema educativo regional que potencia su función cultural; una ciudadanía y sus organizaciones fortalecidas en gestión cultural y creación artística; un patrimonio regional protegido y revalorizado; un sistema de inversión que equilibra la calidad y masividad de las expresiones culturales en la Región de Coquimbo”.
Desde su presentación es poco lo que se ha hablado de este documento, el cual sigue siendo desconocido para la mayoría de la población regional. Por eso solicitamos al presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Regional (CORE), Denis Cortés, que explicara sus alcances.

-Esta política se definió después de un muy largo proceso, que llevó años. ¿Cuál es la lectura que hace usted de todo ese trabajo, a qué se llegó?
Esta política es producto, primero, de las inquietudes que tenían los distintos actores, gestores culturales, también las instituciones, como los municipios y organizaciones sociales, de tener una herramienta que ordenara nuestro quehacer cultural, pero también que revalorizara lo nuestro, que protegiera nuestro patrimonio cultural, y por supuesto, que fuéramos más eficientes en canalizar los recursos.

Esta política no es solamente del Gobierno Regional. Nosotros hemos puesto nuestras voluntades, pero los lineamientos, las sugerencias y las críticas han venido de las distintas organizaciones, nuestros artistas y gestores. Eso tiene un valor, de decir analicemos qué queremos hacer en materia cultural en los próximos años, veamos cuáles son nuestras deficiencias, plasmémoslo en un documento que sea orientador.
Ahora el desafío es implementar esta política, pasarla a elementos muy concretos y específicos.

-¿Como cuáles elementos?
Por ejemplo, cuando hablamos de una región que se proyecta hacia el mundo, hacia el futuro, con la globalización y el corredor bioceánico, tenemos que proteger lo nuestro. Pero igualmente, a propósito del legado de Gabriela Mistral o Jorge Peña Hen, que seamos capaces de internacionalizar lo nuestro.
Cuando hablamos de proteger el patrimonio material e inmaterial, estamos hablando, por ejemplo, de dar vida a la declaración de la Unesco (el reconocimiento a los bailes chinos como patrimonio de la humanidad). También de fortalecer y respetar el trabajo de nuestros pueblos originarios.
Cuando hablamos de equilibrar la masividad con la calidad de las distintas expresiones culturales, nos referimos a, por ejemplo, fortalecer las unidades de los municipios, profesionalizar, entregar capacitación a las distintas organizaciones, para que entreguemos recursos a actividades masivas, que son gratuitas, pero también demos relevancia a otras que no son masivas pero tienen importancia cultural. Debemos alcanzar ese equilibrio.

-¿Y qué hay sobre la relación del arte y la cultura con la educación o la economía?
Se incorpora el estudio de cuánto recurso se gasta en cada uno de los municipios a través de los departamentos de educación municipal y cultura. Tenemos que lograr que eso sea coordinado, sistematizado, que se traduzca en planes de gestión; que cuando nosotros financiamos infraestructura, como una casa de la cultura o un teatro, no sólo preocuparnos de lo material, sino también de los planes de gestión, las programaciones.
Estamos hablando de una gama de acciones que esta política quiere implementar. Ahora el desafío es de todos: del Consejo Regional, de no quedarnos en la aprobación, sino pasar a planes específicos, canalizar de mejor forma los recursos. Pero también hay un reto a las instituciones: a los municipios, a través de sus unidades de cultura y sus departamentos municipales de educación; también del Consejo de la Cultura y las Artes, queremos que adecuen sus planes y programas. Y además, los artistas, los gestores y creadores, que tienen que motivarnos, interpelarnos, para que avancemos en la implementación de esta política.
Tenemos un instrumento, una línea base, y como todo instrumento más adelante se puede mejorar, actualizar.

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