«El ejemplo debe ser en terreno, no detrás de un escritorio»

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Fueron 34 años de servicio, de los cuales cuatro los realizó en La Serena y dos de ellos al mando de la institución a nivel regional. El general Rolando Casanueva anunció que decidió acogerse a retiro. Nuevo Jefe de Zona asumirá en los próximos días, se trata del general Marcelo Araya Zapata, por mientras, quedó en carácter de interno el coronel Francisco Opazo.

Una vez conocida la noticia de su retiro, nos recibe en su oficina en el edificio institucional de Carabineros. Las paredes están colmadas de cuadros con distintos reconocimientos, y una cruz sobresale de su imponente escritorio.

Entre emocionado y alegre, reconoce que ésta es quizás una de las últimas entrevistas que pueda dar en su oficina y la última vez que usará su tenida como general, claro puede seguir usándola, pero ya con una R acompañada de su nombre.
Al otro lado del escritorio se ve un hombre sencillo, de palabra fácil y amena, que cuando estuvo al mando de la institución, le tocó pasar de todo, desde lluvias, inundaciones, terremotos e incluso un tsunami. No cualquiera la hace.

¿Qué evaluación podría hacer de su gestión en estos cuatro años al mando de la institución en la región?
«La primera evaluación es sentir que la ciudadanía ha logrado tener un mejor y mayor cariño hacia la institución y eso se establece en base a la cercanía, cuando uno es franco, sincero y natural logra un grado de cercanía que la gente lo valora porque se sienten escuchados, entendidos y que pueden confiar, indistintamente en todo lo que pudo haber pasado en la institución en este último tiempo, creo que acá en la región la gente quiere a sus carabineros y para quererlos tiene que confiar en ellos y eso es un trabajo metódico, permanente, constante en el tiempo, que también se ve reflejado con el acompañamiento que uno le tiene que dar a cada uno de los carabineros».

Hubo ciertos episodios que empañaron la imagen de Carabineros, pero el ciudadano a la primera institución que recurre son ustedes…
«Es así. La gente sabe que tiene que dividir las aguas por lo correcto y lo incorrecto. Nosotros fuimos los primeros en dar cuenta cuando se produjo el desfalco en la institución, los primeros en dar cuenta a Tribunales y poner los carabineros a disposición, y nosotros estamos trabajando con la Fiscalía, que es OS-7 para establecer los montos, los modus operandi y los están directa o indirectamente involucrados en este desfalco y eso demuestra que a pesar de que es una situación que nos dolió mucho y como ciudadanía provoca una desconfianza, ésta se ha ido recuperando gradualmente y en base solamente a trabajo, que realizan Carabineros en la población y en todo momento. Después vino un segundo episodio que fue la Operación Huracán que es una acción netamente operativa que para nosotros es tan dolorosa como el desfalco que se produjo porque quien lo siente y lo expresa más en la ciudadanía porque son sumas de dinero muy altas, pero la Operación Huracán fue un accionar netamente investigativo el que nos afectó a nosotros, pero está muy bien delimitado el espectro donde cae esta operación y es más fácil hacer un seguimiento y determinar responsabilidades».

¿Cómo se logra mantener la confianza?
«Por lo menos en estos cuatro años que llevo, donde la naturaleza nos ha golpeado muy fuerte, donde la inclemencia del tiempo ha hecho estragos en la región, después de muchos años de sequía tener aluviones, grandes lluvias, inundaciones, nevazones, terremotos, tsunami, la gente se ha dado cuenta de que el carabinero operativo, el que está en la calle tiene muy clara cuál es su función y que necesita también el apoyo de la ciudadanía para poder trabajar mejor y mi misión como jefe de zona, como general, es estar con ellos, darles directrices de trabajo, trabajar con el ejemplo y debe ser en terreno, no puede ser detrás de un escritorio y logrando eso mantenemos el nivel de confianza que la gente necesita y que a nosotros nos hace sentirnos más valorados».

34 años en la institución, ¿cuáles hitos destaca de su carrera?
«Primero que todo es haber sido elegidos la mejor institución del país, sentir que fue mi segunda casa, mi segundo padre, mi segunda familia, lo segundo, he vivido muchas situaciones operativas que me hacen querer y recordar las unidades por donde he pasado, me tocó ver hechos violentos como la muerte de un senador, ver el proceso investigativo, me tocó ver Carabineros que trabajaban conmigo morir cerca y sentir que uno no puede hacer mucho por ellos porque Dios se los lleva, me tocó contener toda una zona cuando vieron que dos compañeros fallecen violentamente y luchar para obtener justicia, que fue valorada por toda una región como es ésta, y la última satisfacción es el hecho que el General Director me haya permitido finalizar mi carrera en una de las mejores regiones que he conocido y siento que le hemos dado una impronta de seguridad y tranquilidad que no lo tienen las otras regiones».

Caso motoristas: «los mejores hombres mueren pero también los mejores hombres son los que los están acompañando».

Hay un hecho lamentable que es el de los motoristas que fallecieron, finalmente se hizo justicia, ¿Qué sentimiento le queda a usted?
«Primero fue un sentimiento de impotencia, de rabia, dolor, de acompañamiento, pero luchamos para revertir un primer juicio con las herramientas legales para poder lograr un nuevo juicio, exponer todos los medios de prueba que existían y obtener en definitiva una sentencia condenatoria que es inédita dentro del espectro nacional y que nos deja claro que el sacrificio de ellos tuvo un sentido que es dar valor al juramento de servicio, que es entregar la vida por otros, por lo demás y ese juramento ellos lo hicieron latente a pesar del dolor y sufrimiento de las familias, uno siempre siente que los mejores hombres mueren pero también los mejores hombres son los que los están acompañando y lo hacen con el corazón, el sentimiento y el alma, con una esposa que ha sabido defender a sus hijas como es la sargento Zepeda y a mí también me permitió crecer más como persona porque uno va valorando más y más a los carabineros que trabajan en calle».

¿Qué lo motiva a dar un paso al costado?
«Todo tiene un inicio y un fin y cuando hay fin hay un nuevo nacimiento, y nosotros como institución cuando cumplimos 30 años de servicio firmamos una solicitud de retiro, si llegué a estar 34 años en la institución es porque me permitió seguir trabajando, hace cuatro años pude haber pasado a retiro habiendo cumplido todos los requisitos que establecen las leyes, por ello creo que cuando uno cumple un ciclo tiene que dar el paso a nuevas generaciones y darle la libertad a nuestro General Director para que él tenga la posibilidad de armar todo el espectro institucional del alto mando conforme a sus lineamientos, aportamos con un grano de arena que nos permite mostrar una institución sana y vigorosa y siempre al lado de la ciudadanía y quien venga ahora tendrá que seguir trabajando en esa senda y quizás en otras más siempre dándole a la región lo mejor de Carabineros».

Y usted en lo personal, ¿se queda acá o se va?
«Es algo que hemos conversado con mi familia a quien también le agradezco mucho la compañía, el apoyo que me han dado durante estos años que llevo acá en la institución, estamos en eso, en la conversación franca y directa porque no puedo negarlo, uno se enamora, tiene cariños, hay amores físicos, amores etéreos y hay amores que penetran el alma y en este caso, uno cuando conoce a la gente, valora donde trabaja y la sociedad donde está inserto, se enamora y eso se refleja en arraigarse un lugar por sobre lo que uno puede pensar o querer».

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