Una nueva ampliación del
plazo de investigación
pedido por la defensa del
militar, hoy detenido en
prisión preventiva, los tiene
afectados y preocupados.
«Existen las pruebas, todo
como para no hacer nada
más, pero no sé qué más
necesitan…», cuenta su
hermano Víctor.
Fue un martes 22 de octubre cuando el Juzgado de Garantía de Coquimbo decretó la prisión preventiva para el cabo primero del Ejército C.I.C.C., formalizado por el delito de
homicidio.
El militar, mientras regía el estado de emergencia en la comuna puerto, le disparó a Kevin Gómez (23) que corría por calle Bilbao con Pinto. Lo hizo sin aviso y a corta distancia, a pesar de que el joven se encontraba desarmado.
Debido a la gravedad de las heridas, falleció posteriormente en el Hospital de Coquimbo.
HACE MÁS DE UN AÑO
Ha pasado el tiempo, más de un año de aquella negra jornada, y su familia sigue sin saber la resolución final de un caso que, aseguran, ya debió haberse resuelto.
Porque si bien dos días después de la muerte de Gómez dictaron prisión preventiva para el militar -rápido en comparación con el caso de Romario Veloz, que al cumplirse un
año recién el Ministerio Público anunció que formalizará al capitán de Ejército José Faúndez Sepúlveda, quien estaba a cargo del operativo militar el día del asesinato-, como fa-
milia esperan que ya no exista más demora para el juicio oral.
Esto, porque dicen que la defensa del acusado pidió una nueva ampliación del plazo de investigación.
«Esto es más que un malestar, porque llevamos más de un año y queremos vivir el luto de manera tranquila. Creemos que esto debe zanjarse de una vez por todas», se queja Víctor Briceño, hermano de Kevin.
VOCERO DE LA FAMILIA
Para Víctor, quien asumió la vocería de la familia, existen las pruebas, todo como para no hacer nada más, «entonces eso nos tiene complicados, puesto que una nueva am-
pliación del plazo de investigación 60 días- nos afecta como familia, entendiendo que es nuestro derecho como víctimas tener una pronta reparación y una investigación breve», agrega.
La ampliación del caso, señala Briceño, fue solicitada por la defensa del imputado, «porque para ellos todavía faltan diligencias por desarrollar, como por ejemplo la reconstitución de escena, que para mí, en lo personal, es algo absurdo, puesto que es cosa de ver los videos municipales y caseros que existen del caso. Por eso creo, de verdad, que no hay para qué seguir dándole vueltas al tema, ya que como familia creemos que está cerrado».
TIENE SUPERIORES
A un año de este hecho y, pese a que el militar está confeso, todavía la investigación no concluye, «y nosotros pensamos que íbamos a estar pasando nuestro luto tranquilos, sin estar viviendo todo este tipo de trámites, porque ya el autor está detenido, sabemos quién fue la persona que disparó…», afirma.
Otro tema, que en cierto modo lo inquieta, es la presunta responsabilidad de más personas en la muerte de Kevin, «puesto que acá solamente se ha investigado y se ha dado hincapié en este tipo, que si bien fue quien disparó, tampoco se ha investigado la responsabilidad del mando del Ejército. No se ha investigado quién dio la orden para que salieran los ca-
miones, siendo que la corte -Corte de Apelaciones de La Serena, el 19 de noviembre de 2019- declaró el toque de queda ilegal acá en la región».Señala que del día que asesinaron a su hermano «al militar que está en calidad de imputado, en prisión preventiva, no sabemos si le dieron la orden de salir y de disparar, ¿me entiende? Está recayendo
todo en una persona, que es culpable porque él fue quien disparó, pero esta persona tiene superiores, y me imagino que alguien tiene que haber dado algún tipo de orden ese día.
¿Quién más es responsable en el alto mando?».
Para Víctor y su familia, lo primero es que el militar que disparó «pague por el supuesto error que cometió, porque dicen que fue un error, y de ahí ver quien más es responsable. Vamos paso a paso, porque para ir más arriba tenemos que tener a un culpable, y si bien
hoy está detenida esa persona, todavía no ha sido condenado».
