Unas 700 mil empresas, 21 millones de consumidores, y cadenas productivas en aceite, soja, tabaco, maíz, cereales, cobre y derivados, harina y pellet, vehículos y autopartes, uvas y cal, entre otros productos, podrían verse favorecidos para alcanzar nuevos alternativas comerciales para alcanzar no solo a China, sino también Vietnam e India.
«La conectividad es clave para el desarrollo y vemos que en Argentina y Brasil la tienen, pero…». Así el economista de la Universidad Católica del Norte y ex Administrador Regional, Cristián Morales, finalizaba un encuentro académico con las Universidades Católicas del Corredor Bioceánico Central (CBC), instancia privada, sin fines de lucro, que lleva adelante acciones de cooperación e integración entre sus países miembros (Chile, Argentina, Brasil y Uruguay).
La frase iba en clara alusión a la ausencia del Túnel de Agua Negra, obra binacional entre Coquimbo y la provincia de San Juan, que pese a tener un financiamiento otorgado de US$ 1.500 millones por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no ha sido materializada.
Según Morales, desde el 2014 se viene trabajando en identificar las oportunidades de complementariedad económica que existen en el corredor -entre Coquimbo y Porto Alegre (Brasil)-, considerando que no solo alternativas comerciales podrían desviarse por Coquimbo, sino que «agregar valor» en cadenas productivas en aceite, soja, tabaco, maíz, cereales, cobre y derivados, harina y pellet, vehículos y autopartes, uvas y cal.
Territorialmente, el análisis indica que el corredor incluye una zona en Chile (Coquimbo), seis en Argentina (San Juan, la Rioja, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes) y Porto Alegre en Brasil. Ello focalizado en que el destino principal es Asía, concentrando las exportaciones hacia China, pero también considerando a Vietnam e India como mercados alternativos.
«Son casi 2.500 kilómetros de longitud, donde creemos que hay un potencial de 21 millones de consumidores. Hay una estructura creada de puertos y aeropuertos, y hay infraestructura que crear para lograr la integración física como el Túnel de Agua Negra, que para nosotros une a Coquimbo con San Juan», dice. Unas 700 mil empresas, de distintos tamaños, estarían consideradas en esa franja.
«Claramente es una zona de desarrollo económico y social que puede potenciar el desarrollo de los territorios a partir de las vinculaciones que podamos hacer», agrega al académico, quien además cree que para el ámbito local, en Coquimbo, existen ventajas comparativas en las exportaciones hacia el gigante asiático y América del Norte, mientras que Brasil lleva la delantera para alcanzar a Europa.
«Analizamos todas las interacciones entre productos, casi 100 mil registros de productos en 10 años, y vimos dónde hay más posibilidades de que coincidamos: hay una base productiva y de destino».
Por su parte, Raúl Hermida, economista del CBC, estima que El PIB generado para el corredor en el año 2019, medido en términos de paridad y poder de compra, equivale al PIB de Argentina, similar al 30% del PIB de todo Brasil. «En términos geográficos, la zona central de Chile, Uruguay y la región centro de Argentina, tienen un ingreso del 10% superior promedio a la del corredor. Paraguay queda rezagado pese a su evolución de los últimos años», destaca.
En términos de exportación de bienes y servicios, detalla el economista, durante el 2018 el corredor alcanzó un valor de casi US$$117 mil millones, que representa un 60% más de Argentina, o un 37% más que lo que exporta Chile, o el 40% del total exportado de Brasil.
