
En tiempos donde la fiscalización del gasto público se ha vuelto una exigencia ciudadana transversal, los ítems asociados a labores parlamentarias no escapan al escrutinio. Uno de ellos —el uso de la telefonía móvil— ha generado cifras que, más que comunicación, despiertan ruido.
Por Joaquín López Barraza
Según los datos disponibles en la plataforma de transparencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, cinco parlamentarios de la Región de Coquimbo registraron gastos superiores al millón de pesos en el ítem de telefonía. Tres de ellos lo hicieron en el mismo mes: marzo de 2025.
Si bien el reglamento de la Cámara permite utilizar este ítem para la compra de equipos telefónicos, no establece techos ni criterios de proporcionalidad. Esto abre la puerta al uso discrecional —y en algunos casos desmedido— de recursos públicos.
La adquisición de herramientas tecnológicas para funciones parlamentarias no está prohibida, pero genera legítimas dudas sobre su eficiencia, necesidad real y la ausencia de mecanismos de control más exigentes. Actualmente, no se exige la publicación de boletas ni fichas técnicas que detallen características o usos específicos de los dispositivos adquiridos.
Las explicaciones
Consultada sobre su caso, la diputada Nathalie Castillo aseguró que su equipo se ajusta a las normativas vigentes y mantiene una política de austeridad en los gastos operacionales, supervisada por la Corporación. Invitó a la ciudadanía a revisar la información disponible en la plataforma de Transparencia Activa, pues —enfatizó— «es importante su fiscalización».
Desde la oficina del diputado Daniel Manouchehri indicaron que el gasto registrado en marzo de 2024 correspondió a la compra de tres teléfonos para asesores parlamentarios, y que el gasto mensual habitual de su equipo en telefonía ronda los 60 mil pesos.
En tanto, el diputado Marco Sulantay señaló: «Desde el inicio del presente periodo parlamentario, nuestra oficina ha adquirido dos equipos y cancela una línea telefónica, la cual, de igual forma que el teléfono respectivo, es ocupado por el encargado de comunicaciones. Tal como consta en la información de transparencia, nuestro gasto promedio en la cuenta telefónica no supera los 30 mil pesos. El gasto del mes de marzo de este año incluye el plan y la renovación del primer teléfono asignado al profesional de área».
Una revisión realizada por este medio a los registros mensuales disponibles en la plataforma de transparencia muestra que, excluyendo el gasto de marzo de 2025, el promedio mensual asciende a $61.679.
El diputado Juan Manuel Fuenzalida, en tanto, respondió de forma escueta que el gasto se debió a la compra de un equipo celular, sin entregar mayores detalles.
¿Cuánto cuesta equiparse?
El trabajo parlamentario puede requerir herramientas tecnológicas como teléfonos móviles, cuya adquisición está contemplada en los gastos operacionales permitidos por la Cámara. Sin embargo, la ausencia de topes o criterios técnicos para determinar la proporcionalidad del gasto abre un debate sobre la necesidad de establecer mayores mecanismos de control.
Hoy existe en el mercado una amplia gama de dispositivos con capacidades similares a las que se espera para tareas legislativas, a precios significativamente más bajos que los montos observados. La discusión, entonces, gira en torno a la transparencia y razonabilidad en el uso de fondos públicos.
Los casos más llamativos corresponden a:
Marco Sulantay (UDI): $1.289.203
Juan Manuel Fuenzalida (UDI): $1.206.180
Ricardo Cifuentes (DC): $1.180.472
A ellos se suman otros dos diputados de la misma región con gastos similares en años anteriores:
Daniel Manouchehri (PS):
$1.325.027 en marzo de 2024
Nathalie Castillo (PC):
$1.220.354 en julio de 2023