
El diputado por la Región de Coquimbo calificó como «artificial» la polémica por los permisos parlamentarios. Asegura que su asistencia supera el 98% y niega haber solicitado licencias. Sin embargo, un reportaje de Mega lo incluye entre los congresistas que viajaron al extranjero durante días hábiles sin que se aplicara descuento.
Su par Juan Manuel Fuenzalida no respondió a las consultas de este medio.
Joaquín López Barraza
La reciente controversia por el uso de permisos parlamentarios volvió a poner en entredicho los estándares de transparencia en el Congreso. Un reportaje emitido por Mega Investiga reveló casos en los que diputados se ausentaron durante días hábiles sin que se aplicaran los descuentos correspondientes a su dieta.
Entre los aludidos figura el diputado Marco Antonio Sulantay (UDI), quien entregó su versión a este medio. «Creo que esta polémica es absolutamente artificial. La gran falencia administrativa de la Cámara es que nadie explica su funcionamiento. La dieta asignada es por la asistencia a sesiones y comisiones. Y en este punto, mi asistencia en casi 4 años supera el 98%», afirmó.
El legislador también sostuvo que no ha solicitado licencias. «Jamás he tenido ningún tipo de licencia», aseguró, agregando que sus únicas ausencias se debieron a motivos personales.
«Fueron por COVID y por el fallecimiento de familiares cercanos». En ese contexto, deslizó críticas a otros parlamentarios: «A mí me gustaría que las explicaciones las dieran los diputados que salen del país gastando millonarios recursos del Congreso o aquellos que viajan sin informar, como lo exige el reglamento».
No obstante, según el reportaje de Mega, Sulantay realizó un viaje a Inglaterra entre el 22 de mayo y el 2 de junio de este año. El registro da cuenta de siete días hábiles involucrados y señala que no figura ningún descuento aplicado por esos días de ausencia. El documento no indica si se trató de un viaje oficial, ni si fue debidamente justificado ante la Cámara.
En su respuesta a este medio, Sulantay no hizo mención al viaje consignado por Mega Investiga —realizado entre el 22 de mayo y el 2 de junio de este año, con siete días hábiles incluidos y sin descuento registrado—, ni se refirió a si se trató de una actividad institucional o personal. Tampoco abordó directamente si estaría a favor de transparentar públicamente el uso de permisos.
El diputado Juan Manuel Fuenzalida (UDI), también representante de la Región de Coquimbo, fue contactado para conocer su postura frente al debate nacional y su historial de permisos. Hasta el cierre de esta edición, no entregó respuesta.
Desde una perspectiva ética, el tema trasciende lo reglamentario. Para el académico Ricardo Montes, magíster en Ética Social y docente de la Universidad de La Serena, el ejercicio de un cargo público requiere un estándar mayor.
«Es fundamental que nuestros parlamentarios sean capaces de diferenciar el ámbito personal del público y actuar con responsabilidad frente a ello. El actuar responsable es la respuesta necesaria e inevitable que tiene todo servidor público frente al cheque en blanco que le ha dado la ciudadanía», señaló.
Montes recordó, además, que el propio Código de Ética Parlamentaria establece que «en materia de probidad, les será exigible una conducta parlamentaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función, con preeminencia del interés general sobre el particular», así como un compromiso con la transparencia, entendida como «permitir y promover el conocimiento y publicidad de los actos y resoluciones que adopten en el ejercicio de su cargo».
Más allá del cumplimiento formal de la asistencia o de la existencia de sanciones administrativas, el debate vuelve a poner sobre la mesa la importancia de transparentar la labor legislativa. En una región donde la representación cobra especial relevancia, las explicaciones públicas y el acceso a la información siguen siendo claves para sostener la confianza en las instituciones.