La candidata comunista sube 10 puntos en intención de voto espontáneo y se instala como la figura mejor posicionada. Académicos apuntan a la visibilidad de la primaria y a los dilemas que enfrentan la derecha y la centroizquierda.

A una semana de las primarias presidenciales del oficialismo, Jeannette Jara se posiciona como la favorita en la carrera hacia La Moneda. Según la última encuesta Plaza Pública de Cadem, publicada este domingo 6 de julio, la abanderada comunista alcanzó un 26% de intención de voto espontáneo, subiendo 10 puntos respecto a la medición anterior. Le siguen José Antonio Kast con 22% (-2) y Evelyn Matthei con 12% (-2). Más atrás se ubican Franco Parisi (6%, -4), Johannes Kaiser (5%, +1) y Marco Enríquez-Ominami (1%). Un 2% menciona a «otros» y un 26% no sabe o no responde.

Para el sociólogo Manuel Escobar, académico de la Universidad Católica del Norte, el alza de Jara es esperable luego del triunfo en primarias. «Con la visibilidad que tuvo, era esperable que cualquiera que fuera electo en primaria iba a tener un aumento en sus preferencias en las encuestas. Eso es bastante razonable que ocurra», señaló.
Escobar advierte que, pese al liderazgo momentáneo, el crecimiento de Jara podría estabilizarse pronto. «Ella tiene una dificultad, fíjate, porque lo más probable es que tienda a subir, pero no va a subir más del 30%, en mi opinión, porque esa es la base electoral del gobierno actual. Y porque le va a costar crecer hacia el centro», explicó.
El académico sostiene que Jara ya capturó en la primaria la mayor parte de su electorado más ideológico, y que el desafío ahora es conquistar un electorado moderado donde aún hay mucha indefinición.

La derecha: dispersión y riesgo

En la vereda opuesta, la derecha enfrenta una dispersión de apoyo entre varias figuras. «La lista de la derecha va bastante abierta, va básicamente casi con cuatro candidatos», apunta Escobar, quien observa una caída sostenida en la candidatura de Evelyn Matthei. «Yo creo que se está desangrando por los dos lados: por los sectores más de ultraderecha, que se están yendo hacia Kast, y por el centro, donde Parisi aparece como una opción atractiva».
Alex Ovalle, director de la Escuela de Pedagogía en Historia y Geografía de la Universidad de La Serena, coincide en que el momento favorece a Jara, pero advierte que el escenario sigue abierto. «Esta repuntada es la efervescencia del momento, es ahora luego de las primarias. Todavía queda tiempo para que cambien las cosas», sostuvo.
«El tema es que hay que considerar que la elección todavía no empieza, las campañas presidenciales aún se están configurando. No se han manifestado todos los apoyos que van a tener los candidatos, pensando en la primera vuelta», agregó. «Lo interesante sería calcular cuánto es el puntaje que tiene la derecha en su conjunto y qué alianzas estratégicas se configuran de cara a la segunda vuelta».
Ambos académicos coinciden en que el sistema electoral, pese a la fragmentación política, tiende a la conformación de dos grandes bloques. «Vivimos en una época donde la fragmentación es la norma —señala Ovalle—, pero el sistema tiende a consolidar dos alternativas competitivas en segunda vuelta».

El dilema de la DC y el avance al centro

Uno de los nudos estratégicos para Jara será lograr adhesión más allá del núcleo comunista. En ese sentido, la Democracia Cristiana aparece como un actor clave. «Va a ser una decisión difícil, porque efectivamente hay un sector no menor de la DC que es reacio a apoyar a los comunistas», sostuvo Escobar.
No obstante, advierte que el riesgo de ir fuera del pacto parlamentario podría dejar al partido sin representación, lo que empuja a sus dirigentes a evaluar alianzas con calculadora en mano. «Lo más razonable que ocurriera es que ellos fueran efectivamente en el pacto de centroizquierda, por interés de ir en una lista parlamentaria con el Partido Socialista, porque eso les da mejores posibilidades. Si van solos, están destinados al fracaso», añadió.

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