
La disputa por el pago del agua del estadio de La Pampilla enfrenta a 26 clubes deportivos con el municipio de Coquimbo y el alcalde Ali Manouchehri, a quien acusan de actuar presuntamentecon mala fe y de poner en riesgo el fútbol amateur local. La asociación busca conservar las canchas en donde se recrea la comunidad. El edil respondió con todo.
Una grave disputa enfrenta actualmente a la Asociación de Fútbol Amateur de Coquimbo (ANFA) y a la Ilustre Municipalidad de Coquimbo, luego de que esta última se negara a pagar la cuenta del agua de la cachaca de La Pampilla, pese a que, según los contratos vigentes, dicha obligación recae expresamente sobre el municipio.
La asociación, representada por el abogado Jairo Muñoz, ha interpuesto una demanda por cumplimiento de contrato e indemnización de perjuicios contra el municipio y el alcalde, Ali Manouchehri, exfutbolista profesional. La acción judicial exige que se respete el comodato que entrega el uso del recinto a la asociación hasta 2049 y se reparen los perjuicios económicos que han tenido que asumir por el corte de agua en el estadio.
Un conflicto que afecta a más de 26 clubes
La controversia se desató en marzo de 2024, cuando un medio regional informó sobre una millonaria deuda por consumo de agua atribuida erróneamente a la ANFA. La información generó una fuerte reacción en la opinión pública y un quiebre en las relaciones entre la asociación y el alcalde Manouchehri, quien amenazó con poner fin al contrato de comodato que permite el uso de las canchas.
Jairo Muñoz, señala «quedamos como los responsables ante la ciudadanía, siendo que legalmente la deuda era de la municipalidad. Los contratos son claros», añadiendo que la municipalidad no ha pagado la cuenta de agua, provocando el retiro del medidor por parte de la empresa sanitaria Aguas del Valle.
A falta de suministro, la asociación ha tenido que sacar plata de su bolsillo para regar la cancha con camiones aljibe así evitando que el pasto natural se seque completamente, lo que ha significado un gasto de 8.945.000. «Este esfuerzo no nos correspondía, pero lo hicimos para mantener vivo el fútbol amateur, que semana a semana congrega a cientos de niños, jóvenes y adultos», explicó Muñoz.
Condicionan el pago al fin del comodato
Según se detalla en la demanda, el alcalde Manouchehri ha ofrecido saldar la deuda solo si se pone fin anticipado al contrato de comodato, que vence en 2049. Esta acción ha sido calificada por la asociación como una forma de «presión indebida» y una muestra de «mala fe».
«El alcalde, sabiendo que puede pagar, no lo hace y prefiere causar daño al pasto. Está presionando a la asociación para entregar el estadio. Eso es inaceptable», indicó el abogado, quien subrayó que el comodato vigente autoriza incluso que el municipio intervenga en el mejoramiento del recinto sin necesidad de poner fin al acuerdo.
Daños económicos y demanda judicial
La demanda, presentada ante los tribunales locales, no solo exige el cumplimiento del contrato, sino también una indemnización por un total de 29 millones, correspondientes a:
8.945.000 por el gasto en agua durante los años 2024 y 2025.
17.698.000 en materiales y 3.073.000 en mano de obra para reparar daños tras actos de vandalismo ocurridos durante las fiestas patrias de 2024.
RESPUESTA
Desde la muni, el alcalde Manouchehri señaló que «lo que estamos haciendo es recuperar la administración del recinto para devolverlo a la comunidad en las condiciones que los coquimbanos y coquimbanas merecen. Tuvimos que tomar esta decisión debido a la serie de incumplimientos del comodato y al lamentable estado de abandono en que se encuentran las instalaciones del estadio y su cancha sintética».
«Se levantaron los informes correspondientes, se trató de dialogar con la ANFA y que tomaran conciencia de la gravedad de los incumplimientos, los que no solo tienen que ver con infraestructura, sino también con tener personas viviendo al interior del recinto en condiciones deplorables e insalubres, rodeados de basura, sin luz ni agua, además de eso, tenemos denuncias de cobros indebidos, entre otras problemáticas detectadas, pero lamentablemente no tuvimos una disposición colaborativa de parte de la ANFA para llegar a acuerdo.»
«Es importante aclarar que se dictaron todos los actos administrativos correspondientes y se evacuó un informe ante Contraloría, organismo que se pronunció indicando que era legal el poner término anticipado a los comodatos, pues así lo permitían las cláusulas ante los graves incumplimientos detectados.
Por eso asumimos hoy la administración, lo que no significa que el fútbol y la Asociación no vayan a poder jugar en la cancha, sino, por el contrario, nosotros velaremos por el recinto para devolvérselo a la familia del fútbol y del deporte en óptimas condiciones, con baños, iluminación, aseo, seguridad, con una cancha digna y sobre todo con espacios dignos que las familias se merecen.»