La actividad incluyó stands informativos, material psicoeducativo y la presencia de agrupaciones, funcionarios y autoridades, con el objetivo de visibilizar las brechas en atención para menores de edad y seguir exigiendo soluciones concretas.

Por: Valentina Echeverría O.

A pesar del clima húmedo que se vivió este jueves en la región, funcionarios, familias y organizaciones comunitarias realizaron una feria informativa frente al Hospital San Pablo, que busco psicoeducar a la comunidad, visibilizar las carencias del sistema en medio de la crisis sanitaria de salud mental infanto-juvenil del recinto —marcada por la falta de especialistas, camas de hospitalización, medicamentos e infraestructura adecuada— y mantener la presión sobre las autoridades para que cumplan los compromisos asumidos meses atrás, en un contexto donde las listas de espera y las condiciones de atención siguen generando preocupación.

La jornada reunió a equipos de salud mental del propio hospital, agrupaciones de familias como Antü-Küyen, la Oficina Local de la Niñez de Coquimbo y representantes de distintas entidades, quienes instalaron stands con material educativo y entregaron orientación directa a los asistentes. Entre el clima nublado y la música de fondo, las consignas apuntaron a la demanda de mejorar la atención para niños, niñas y adolescentes, garantizando espacios dignos, más especialistas y una respuesta concreta por parte de las autoridades sanitarias.

Marcela Olivares, presidenta de la agrupación Antü-Küyen, destacó que la feria fue una forma de involucrar a la comunidad y mantener activa la movilización. «Esta es nuestra manera de seguir manifestándonos y exigiendo que nos escuchen respecto a las contrataciones y especialmente en la infraestructura, que no es digna ni acorde a lo que se está tratando», señaló, agregando que «si no se escucha a los funcionarios, ¿qué podemos esperar para nosotros como familias?».

Desde el propio hospital, María Ignacia Donoso, coordinadora de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Adolescente, reconoció que la crisis de especialistas ha sido difícil de resolver.

«Como todos saben, estamos en una crisis de horas médicas de especialistas que ha sido bien difícil de poder subsanar en el corto plazo. No hay médicos psiquiatras que quieran venir a trabajar acá, lo que dificulta mantener los controles periódicos que nuestros pacientes necesitan, sumado a las falencias de infraestructura».

Por su parte, el enfermero clínico Mauricio Magna subrayó la importancia de informar a la población sobre la salud mental infantil. «Esto nos va a permitir tener una sociedad justa e igualitaria. También estamos manifestando dificultades en infraestructura, cargos y acceso a remuneraciones justas», afirmó.

En la misma línea, la psiquiatra infanto-adolecente del Hospital hace 6 años, Andrea Contreras, apuntó que el problema trasciende a la gestión local. «Esto es a nivel nacional y debe resolverse con recursos económicos, políticas públicas — que hoy en día son insuficientes las que existen en torno a la infancia —- y una redistribución que permita mejorar la oportunidad de atención. Los equipos están haciendo lo que pueden con lo que tienen, yo creo que es igual en todo el país. Se requiere apoyo del Servicio, la Gobernación y de la misma ministra que hoy vino a la región a ver el nuevo hospital».

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