
El tribunal de alzada de La Serena desestimó el recurso de protección presentado por el vecino Matías Cárdenas contra la Municipalidad de Coquimbo, tras considerar que la casa edilicia sí ha ejecutado medidas para mitigar los socavones en el sector. Desde la comunidad, en tanto, señalan que las acciones siguen siendo insuficientes y carecen de coordinación entre las instituciones técnicas.
Por Joaquín López Barraza
La Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de La Serena rechazó el recurso de protección interpuesto por Matías Cárdenas Muñoz, vecino de Villa Talinay, quien acusaba a la Municipalidad de Coquimbo de haber incurrido en una «omisión ilegal y arbitraria» al no ejecutar medidas efectivas para evitar el avance de los socavones que afectan al sector desde hace más de una década.
En el documento, argumentó que la falta de obras adecuadas de drenaje y contención ponía en riesgo la vida y seguridad de los habitantes, además de vulnerar el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación y el derecho de propiedad.
El recurso pedía, entre otras medidas, la elaboración de un catastro georreferenciado de los socavones, un informe de impacto ambiental y la ejecución de un plan integral de mitigación con participación de Sernageomin, Serviu y el MOP.
Sin embargo, el tribunal concluyó que no existió omisión por parte del municipio, ya que éste «ha dado amplia cuenta de diferentes acciones efectuadas entre 2024 y 2025», como obras de relleno, monitoreo y coordinación con organismos técnicos.
Según el informe municipal, actualmente se proyecta un nuevo colector de aguas lluvias con capacidad cinco veces mayor que el actual, y se prevé la compactación de suelos y ampliación de tuberías en los sectores más afectados. Por ello, la Corte estimó que no se configuraba una vulneración de derechos fundamentales y rechazó la acción «sin costas».
Para Matías Cárdenas, el fallo no aborda el fondo del problema, que —según plantea— radica en la falta de una coordinación efectiva entre las distintas instituciones involucradas.
«Yo encuentro que el municipio está demasiado solo. Si bien ha hecho cosas, lo hace presionado por los medios y sin apoyo técnico suficiente. Sernageomin debería tener ya listos los estudios del Socavón 2 y el Serviu también debería estar involucrado», señaló el vecino.
Cárdenas reconoce que el municipio ha avanzado en algunas obras, pero sostiene que las soluciones siguen siendo paliativas. «Se agradece que hayan ido, pero son los mismos trabajos de siempre: camiones de tierra y medidas parciales. Falta una coordinación global entre las instituciones para abordar el problema de manera seria. Sernageomin tiene solo una geóloga para toda la región, y eso es insuficiente», agregó.
El vecino también llamó a fortalecer la comunicación con la comunidad: «La municipalidad no nos ha informado de manera oficial en qué consisten las obras que se van a licitar. No tenemos copias del proyecto ni información clara. Todo lo que hemos logrado ha sido por cuenta propia, porque la Junta de Vecinos tampoco se ha hecho parte».
Cárdenas adelantó que evalúa acciones civiles para exigir reparación de los daños y una respuesta integral: «La municipalidad hace lo que puede, pero acá también hay responsabilidad del Estado en su conjunto. No queremos volver a estar diciendo lo mismo en un año más porque todo se volvió a hundir».
Los socavones de Villa Talinay —ubicados en la intersección de las calles Papa Telésforo con Cardenal Jorge Medina y Cardenal Francisco Fresno— permanecen activos desde 2012, producto del colapso del sistema de aguas lluvias diseñado por la empresa constructora. A la fecha, los vecinos advierten que el terreno continúa cediendo y que los riesgos podrían agravarse con las próximas lluvias.