
Por Eduardo López
El boxeo como actividad física se instaló hace un tiempo en el Coliseo Monumental de La Serena. Considerado el «entrenamiento ideal», cada vez suma más gente y lo único que se pide es un protector bucal para evitar daños en la mandíbula y niños mayores de 12 años.
Y si son menores, cuenta Joaquín Honores, secretario de deportes de la Feuls, tienen que venir acompañados de sus padres, «ya que es un deporte con reglas específicas para evitar el daño al contrincante».
Esta iniciativa es gracias a la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Serena y al municipio, amén de la disposición de la entrenadora y profesora del taller, Ámbar Herrera.
«Tratamos de generar nuevos espacios de recreación para los estudiantes y encontramos que muchos estudiantes querían practicar boxeo, así que realizamos las gestiones y así pudimos llevar a cabo las clases y el protocolo para que se pudiera continuar», agrega Honores.
Asimismo, cuenta que se ha visto bastante interés de parte de los estudiantes e incluso algunos han comenzado a dedicarse a esta disciplina de contacto.
Las clases empiezan en abril y terminan este mes de noviembre y reconoce Herrera que es normal que en un inicio lleguen muchas personas, «pero con el tiempo y debido al entrenamiento físico, la técnica y repetición, esto se transforma en un colador donde muchos se van y terminan aproximadamente unas diez personas, de las cien que llegan en un inicio».
Respecto de este punto, indica que «a menudo llegan niños motivados, porque acaban de ver una serie o película de boxeo y quieren hacer lo mismo, pero es importante recordar que lo que ven es ficción y aquí tienen que empezar desde cero, puesto que este deporte requiere de constancia, disciplina, ensayo y error. Acá lo más fundamental es la repetición y no todos están dispuestos a eso, pero la única forma de mejorar es entrenando».
De hecho, esa motivación es lo que hace que algunos estudiantes se animen a participar y se quedan porque les gusta y se acostumbran, como el mateo Cristián Villanueva (23).
«Desde pequeño siempre me han llamado la atención los deportes de contacto y como en ese tiempo veía series como Espíritu de Lucha o Dragon Ball Z, me motivé a participar y de verdad que ha sido muy beneficioso, porque antes me sentía cansado y con un ánimo bastante bajo y ahora me encuentro feliz, con más energía y en general mi vida ha cambiado para bien gracias al deporte y a estas clases».
Lamentablemente, el taller se encuentra en sus últimos entrenamientos, ya que se tiene previsto que finalice el 28 de este mes.






























