Con lienzos, batucadas y consignas, docentes y asistentes de la educación del Colegio María Educa se manifestaron este miércoles por las calles del centro de La Serena, cumpliendo su cuarto día de huelga legal en el marco del proceso de negociación colectiva con la Fundación María Educa.
Por Valentina Echeverría O.
La marcha comenzó al mediodía en la Plaza de Armas y recorrió calle Cordovez hasta llegar al edificio Don Óscar, donde funcionan las oficinas de la fundación sostenedora.
«Hoy quisimos hacer visible nuestra situación. Durante estos días habíamos estado manifestándonos fuera del colegio, pero ahora salimos a la comunidad para que se entienda lo que estamos viviendo», explicó la dirigenta sindical y docente Johana Marín, quien agregó que el establecimiento continúa sin clases debido a que «somos 96 personas en el sindicato y en total el colegio tiene 105 trabajadores».
La docente indicó además que, pese a la movilización, mantienen su disposición al diálogo. «Ayer nos citaron a una mesa de acercamiento para hoy a las dos y media de la tarde.
Estamos a la espera, pero seguimos en huelga mientras no haya una propuesta concreta.»
Por su parte, Nicole Díaz, educadora diferencial e integrante del Programa de Integración Escolar (PIE), explicó que entre las solicitudes también se incluyen mejoras en las condiciones de trabajo y más horas para las profesionales de apoyo.
«Pedimos mayor dotación de personal y más recursos para atender a los estudiantes con necesidades educativas especiales, cuya cantidad ha ido aumentando cada año. No se trata solo de salario, sino también de poder trabajar con las herramientas adecuadas», señaló.
La profesional agregó que la paralización también ha generado diversas reacciones entre los alumnos. «Hay estudiantes que entienden y apoyan la causa, y otros que no. Quizá los más resentidos, y es algo que se entiende obviamente, son los estudiantes de cuarto medio, pero los demás se ve apoyo, pero también distancias».
La huelga comenzó el viernes 7 de noviembre, tras el rechazo de la última oferta presentada por la fundación, que incluía un reajuste de 1,2% cuando se esperaba un poco más del 6% y un incremento menor en los bonos de movilización y colación.































