Su futuro una vez disuelto el partido formado en 2022 sería la independencia. De hecho, no estuvo este lunes cuando una treintena de militantes, entre ellos parte de la directiva, le entregaron su respaldo al candidato republicano para la segunda vuelta presidencial.

Por René Martínez Rojas

Los resultados de las elecciones dejaron a varios partidos en riesgo de disolución, luego de no alcanzar ninguno de los requisitos mínimos exigidos por la ley para conservar su existencia: obtener el 5% de los votos a nivel nacional en la elección de diputados o elegir cuatro parlamentarios en al menos dos regiones distintas.

Entre las colectividades -13 en total-, Amarillos, Evópoli y el Partido Radical, pero también Demócratas, liderado por los senadores ex DC Ximena Rincón y Matías Walker, quienes iniciaron este camino con una sola idea: «volver a ese Chile en democracia», dijeron tras su salida de la Democracia Cristiana en octubre de 2022.

Un mes después, en conjunto con históricas figuras vinculadas a la ex Concertación, hicieron el lanzamiento del Partido Demócratas que, en principio, apostaba por unificar a las fuerzas de centroizquierda, alejándose de los extremos políticos.

En esa jornada Walker manifestaba que iban a convocar al centro y a la centroizquierda. Sin embargo, hoy el panorama es diametralmente distinto. Las elecciones de noviembre hicieron estragos. Tanto así, que muchos de sus militantes, para no ir a la deriva, se la jugaron por el candidato republicano José Antonio Kast para la segunda vuelta del 14 de diciembre. Entre ellos la senadora Rincón y el presidente regional del partido, el diputado Víctor Pino.

«Hoy es tiempo de ordenar la casa, y para ello se requieren liderazgos firmes y capaces. Por esa razón no tengo dudas de que con José Antonio Kast, Chile y particularmente nuestra región estarán mejor», dijo el parlamentario.

Alejarse de
los extremos

Lo cierto es que en la interna de la colectividad existe división, y claras diferencias entre sus fundadores, las que incluso se han notado a la hora de alguna votación, como en la reforma de pensiones o la ley de adopciones.

«Lo de ayer (lunes) fue un apoyo –a Kast- de militantes a título personal, pues no es el partido, aunque haya estado la presidenta y algunos dirigentes», dijo una fuente de Demócratas al diario La Región.

La decisión de Matías Walker de no estar en la primera línea con el candidato republicano es básicamente porque cuando se formaron el objetivo siempre fue alejarse de los extremos, «entonces si no le entregas el apoyo al PC, porqué se lo darás a la ultra derecha», cuenta un cercano al partido.

Lo más seguro es que continúe como independiente luego que su partido no alcanzara el umbral mínimo legal de votos, «aunque siempre con un rol importante en el Senado, como lo hizo cuando votó a favor del aumento del sueldo mínimo estando toda la derecha en contra. Y lo mismo con su voto a favor para facilitar la apertura del secreto bancario», señala la misma fuente.

El analista y académico de la UCN sede Coquimbo, Manuel Escobar, explica que «efectivamente una de las consecuencias de esta elección es que varios partidos van a tener que desaparecer, como el Partido Radical con 167 años de historia, que tiene una tradición muy grande».

En el caso de Demócratas, así como Amarillos, «son partidos mucho más recientes que no cuentan con un capital o una historia muy importante».

Sin embargo, en la práctica tienen básicamente dos posibilidades: una es desaparecer, «perdiendo su personalidad jurídica e intentar de nuevo constituirse como partido haciendo todo el proceso».

Y la otra chance, «y que ha ocurrido en otras ocasiones, es que puedan fusionarse para no perder su personalidad jurídica. ¿Y con quién? Cuando ya existe un sector que rápidamente salió a apoyar a Kast, uno podría especular que en ese sentido estarían más cerca de la derecha y podrían negociar alguna fusión».

En síntesis, la única posibilidad que le queda al partido de Matías Walker «sería eventualmente fusionarse para no perder su personalidad. Pero la pregunta es con qué sector, porque siendo un partido que se ha definido de centro, tendría que buscar a otro que sea relativamente cercano, y no hay muchos».

Cuenta que el otro partido más de centro es Evópoli, «pero está en la misma condición, entonces es bien difícil prospectar con quién podrían unirse. Probablemente desaparezca, no le veo mucho futuro dado esta condición, debido a que no se ve un espacio que podrían compartir con otras colectividades más de la derecha. Renovación Nacional quizás podría ser lo más cercano, pero es un poco incierto».

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