Por: Valentina Echeverría O.

Tras los recientes anuncios de Andes Iron respecto al avance del proyecto Dominga y su cronograma de ejecución, gremios de la región de Coquimbo analizaron el impacto que podría tener la iniciativa en materia de inversión, empleo y desarrollo económico, destacando su potencial dinamizador, pero subrayando la necesidad de certeza jurídica y respeto a la institucionalidad ambiental.

Actualmente, el proyecto cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) vigente y se proyecta iniciar acciones durante el primer semestre del 2026. El proyecto considera una inversión total estimada de US$3 mil millones con uso exclusivo de agua desalada y énfasis en la contratación de mano de obra regional.

Efecto económico y
proyección regional

Desde la Corporación para la Integración y Desarrollo Paso Agua Negra (CORPAN), su presidente Rodrigo Díaz sostuvo que «tener una inversión de US$3 mil millones en la región en un proyecto minero dinamiza la economía regional y genera un efecto multiplicativo por cada dólar invertido», agregando que este impacto beneficiaría a pequeñas y medianas empresas de distintas comunas.

Consultado por el nuevo escenario político tras el triunfo de José Antonio Kast, Díaz fue enfático en que el avance de proyectos de gran escala debe sustentarse en reglas claras. «Aquí no porque haya un presidente u otro se van a saltar los estudios ambientales ni los informes técnicos. El respeto a la legislación ambiental es primordial», recalcó, agregando que la clave para atraer inversión es la estabilidad institucional.

Proveedores locales y rol
de la institucionalidad

Desde la Asociación de Industriales de Coquimbo (ASOINCO), el integrante de su directorio, César Baratta, planteó que el principal desafío es que el impacto económico del proyecto se traduzca efectivamente en oportunidades para los locatarios. «Uno siempre espera que sean las empresas regionales las que tengan prioridad, aunque a veces la realidad no se parece tanto a lo que se anuncia», afirmó.

En ese sentido, sostuvo que cuando existen brechas de capacidad, estas debieran abordarse con apoyo. «Si las empresas locales no cumplen todos los requisitos, lo lógico es que existan capacitaciones o programas de desarrollo de proveedores que les permitan calificar», indicó. Respecto al escenario político, Baratta descartó facilidades automáticas para Dominga, señalando que «independiente del gobierno, hay una institucionalidad que debe funcionar y decir sí o no».

Impacto en
servicios y empleo

Desde el rubro hotelero, el presidente de Hotelga y de la Multigremial de Coquimbo, Marcos Carrasco, afirmó que Dominga podría convertirse en un factor relevante para la reactivación económica regional. «Creemos que es muy importante para la región poder desarrollar este proyecto, considerando la cantidad de mano de obra que se va a necesitar», señaló.

Carrasco destacó además que la empresa haya informado que no se contemplan campamentos, lo que implicaría que los trabajadores residan en las ciudades del entorno. «Las personas van a tener que vivir en La Serena, Coquimbo, sus alrededores y en La Higuera, lo que representa un plus para sectores como la hotelería, la gastronomía y el comercio», sostuvo.

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