
Ocurrió en julio del año pasado y en el falleció una joven madre de 29 años y su hija mejor quedó gravemente herida tras el ataque de un vecino. Imputado es acusado por femicidio y homicidio frustrado, hechos que implicaron que se solicitara el presidio perpetuo calificado.
Por René Martínez Rojas
El brutal crimen ocurrió el año pasado, en un domicilio en el sector de Alfalfares en La Serena. Las víctimas fueron una mujer de 29 años, quien falleció producto de las graves heridas ocasionadas ese miércoles 4 de julio en su vivienda, y su hija menor, aunque corrió distinta suerte precisamente porque Camila Rojas, su madre, logró protegerla del ataque de Francisco Novoa, vecino del inmueble y actual imputado.
Lo que busca el Ministerio Público en el juicio oral que comienza hoy es la pena de perpetuo calificado, a la que se adhiere la parte querellante, como explica Marcia Gallardo, abogada de la familia y del Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos de La Serena.
«La verdad es que el Ministerio Público solicitó el máximo de la pena, y en ese sentido nosotros nos adherimos, porque los delitos que se acusaron y la gravedad del mismo, son dos hechos que implicaron que se solicitara el presidio perpetuo calificado», cuenta.
Tuvo que pasar justamente un año para iniciar y a juicio de la profesional y la familia de Camila, un periodo prudente, ya que en relación a los tiempos que tiene la Fiscalía, «estos son acotados y si bien mi representado hubiese querido que fuese más rápido, un año para estar en juicio es un buen tiempo», agrega.
Caso grave, complejo
Un caso que impactó por el violento accionar de Novoa, que le provocó a Camila 97 lesiones cortopunzantes en la zona toráxica anterior y posterior y que causó aún mayor indignación por estar involucrada una menor.
«Diría que el 80% de mis casos están -al menos- relacionados con víctimas que son menores de edad, entonces de alguna manera estamos acostumbrados a trabajar en eso. Pero el trabajo con víctimas que son menores es especialmente complejo. Es diferente, pues respecto de los niños hay que tener otro trato y en este caso, por ejemplo, la menor está siendo tratada y apoyada psicológicamente con profesionales, por lo que existe un trabajo paralelo y dedicado exclusivamente a ello», explica.
Agrega que «don Ronald Sánchez –pareja de Camila- también ha tenido que tener ayuda psicológica y psiquiátrica, porque ya un homicidio es un caso grave, complejo, pero uno de esta naturaleza, en las condiciones y las características del mismo, lo hace doblemente complejo para él y su hija».
Reconoce que superar «los efectos de este duelo será mucho más difícil que cualquier otra persona que tiene que vivir un duelo de otra naturaleza, un duelo común de una pérdida relativamente esperada».
Son 22 testigos y 6 peritos en la causa, «aunque no sé si todos los que indicó el Ministerio Público finalmente irán a declarar», manifestó.
Colaboración
El juicio está agendado para siete días, periodo en que se va a poder establecer claramente cómo ocurrieron estos hechos tan graves, delicados «y que tanto daño han causado a diversas familias de la región», sostiene el defensor penal público Román Celaya.
Para él, el objetivo de la defensa es colaborar para el esclarecimiento de los hechos «y determinar cuáles fueron las razones, las motivaciones y de qué forma finalmente se da esta circunstancia».
Evidentemente que la labor de la defensa en un juicio de esta naturaleza «consiste básicamente en garantizar de mejor manera los derechos de los acusados, que puedan tener a su disposición todas las garantías que la ley les faculta y en particular, señalar específicamente cuáles son los antecedentes que puedan favorecer su posición o atenuar su responsabilidad».