Por Joaquín López Barraza

El panorama electoral dejó un sabor agridulce para la izquierda chilena: mientras el pacto Unidad por Chile enfrentaba una minoría a nivel nacional, en la Región de Coquimbo, la lista consiguió un triunfo categórico. Contra todo pronóstico, el oficialismo mantuvo sus cuatro diputados en el Distrito 5.
La lista se consolidó con la destacada votación histórica de Daniel Manouchehri (PS), la reelección de Nathalie Castillo (PC) y Carolina Tello (FA), junto a la integración del nuevo legislador Bernardo Salinas (IND-PC). La llegada de Salinas selló la victoria del pacto y, al mismo tiempo, dejó fuera a partidos históricos del sector como la DC y el PPD.
El resultado en la zona cobra especial relevancia al contrastarse con el Congreso, donde Unidad por Chile se hizo solo con 61 escaños, quedando en minoría frente a los 34 de Chile Grande y Unido y los 42 de Cambio por Chile.
El diputado electo, Bernardo Salinas, abordó el desafío parlamentario con pragmatismo, asegurando que la mayoría de derecha en el Congreso es solo relativa, puesto que los 14 diputados del Partido de la Gente (PDG) no son adherentes automáticos del bloque opositor.
Salinas, quien proviene del servicio público, sostuvo que la clave para construir mayorías en el Congreso será la argumentación y el diálogo, lo que requiere flexibilidad pero límites estrictos.
«La derecha no tiene una mayoría absoluta, tiene una mayoría relativa. Hay votos también ahí del Partido de la Gente, no puede nadie arrogarse de que son de derecha», señaló el legislador. En cuanto a su postura de negociación, el nuevo diputado sentenció: «Yo tengo mis convicciones, tengo una visión del mundo, y en eso uno no subasta sus convicciones. Lo que sí uno puede es tener la flexibilidad para ceder, para ganar».

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