
La nueva ruta busca descongestionar el tránsito entre La Serena y Coquimbo, mejorando la calidad de vida de los habitantes sin imponer peajes dentro de la ciudad.
La congestión en la Ruta 5 entre La Serena y Coquimbo se ha convertido en un problema cotidiano para miles de conductores. En respuesta, el Ministerio de Obras Públicas está impulsando un proyecto de circunvalación que promete descongestionar esta arteria clave, sin incluir peajes dentro de la conurbación, como una solución a largo plazo para el tráfico en la zona.
Previa a la propuesta de la circunvalación, había un proyecto para mejorar la Ruta 5, que contemplaba la ampliación de la carretera hasta con 12 pistas, sin embargo, tras estudios y análisis hechos por la cartera, se optó por evaluar otra alternativa.
Según aclara el seremi de Obras Públicas, Javier Sandoval, «tener más pistas no asegura menos congestión». Además, el diseño inicial, que consideraba trincheras y pasos desnivelados, fue descartado tras advertir riesgos de inundación, impacto en humedales y falta de soluciones a la movilidad real de la ciudadanía.
La nueva propuesta plantea una vía tipo «anillo», similar a Américo Vespucio en Santiago, que conectará los extremos norte y sur de la conurbación. «Esto no es un bypass que evita la ciudad. Conecta los principales polos urbanos, los hospitales, el aeropuerto y los sectores habitacionales en crecimiento», explicó el seremi.
Una de las principales dudas ciudadanas ha sido la eventual instalación de peajes. Sobre esto, Sandoval aseguró que el modelo en discusión excluye cobros dentro del radio urbano. «En el caso particular de La Serena-Coquimbo se puso como requisito que no hubiera peaje en la conurbación. Ese fue un compromiso con la comunidad y todos los sectores políticos», indicó.
Cabe mencionar que esta decisión es un acuerdo originado por el clamor ciudadano, es decir, no tiene un norma que lo respalde. Es más, en otras partes del país, tal como sucede en Américo Vespucio, es normal que se realice el cobro del peaje.
El cobro solo se aplicaría en las entradas y salidas de la circunvalación, para quienes ingresen desde fuera del área urbana. «El modelo de negocio aún debe ser aprobado por el consejo de concesiones y el panel técnico. Pero siempre habrá una alternativa gratuita, incluso para el tránsito interregional», aseguró. Según explicó, quienes opten por la nueva vía tendrán un tránsito más fluido, a cambio de pagar peaje, mientras que quienes utilicen la Ruta 5 urbana podrán circular sin costo adicional, aunque con una velocidad limitada a 50 km/h.
En cuanto al impacto del proyecto sobre el diseño urbano, el seremi destacó que la descongestión de la Ruta 5 permitiría su transformación en un corredor más amigable. «Podremos tener ciclovías, veredas, una pista exclusiva para transporte público. Hoy, si el bus va en el mismo taco que el auto, la gente no lo prefiere. Pero con pista propia sí se convierte en una opción real».
El proyecto no fue aceptado de buenas a primeras, pues parte de la comunidad y distintos sectores -gremiales, políticos, productivos, etc.- mostraron resistencia a esta alternativa, argumentando que no respetaba la planificación urbana de las comunas.
Consultado sobre el avance de la aceptación que ha tenido la propuesta, Sandoval sostuvo que hay una evolución positiva. «Ha sido un trabajo arduo. Hemos sostenido reuniones técnicas con todos los servicios que lo han solicitado y también con los municipios, el Ministerio de Vivienda, el Ministerio de Transportes y el Gobierno Regional. El proyecto se ha ido ajustando con aportes de todos ellos», señaló.
Actualmente, la iniciativa cuenta con apoyo transversal y se posiciona como uno de los principales proyectos estructurales para el desarrollo metropolitano de la región.